
Necesidad de crear el perfil del «resumidor humano»
Primero: no sabía que los recursos de las bibliotecas de las universidades e instituciones no se podían encontrar en las búsquedas de Internet. Me parece desolador que se me haya privado de ellos durante toda mi vida, es de un elitismo espectacular, es injusto y sería fácilmente solucionable solo con que se creara la figura del «resumidor», persona encargada de resumir esos recursos para que, quien esté interesado en profundizar, tenga la opción y, si no, al menos, conozca lo esencial del asunto del que se trata.
No valdría una «herramienta de resumir». De lo que se trataría en dichos resúmenes sería de: encontrar no los aspectos relevantes de ese textos, sino los aspectos especialmente relevantes para la generalidad de las personas en ese texto en concreto; «traducir» el lenguaje técnico a lenguaje coloquial; resaltar algunos de los aspectos más llamativos para despertar la curiosidad.
Ir a buenos lugares y allí, dejarse llevar
Hay tanto, tanto, de todo, todo, que solo queda una opción: recurrir a lugares de recursos fiables. Es decir, aquellas que no son intermediarias de la información, sino que directamente la producen; las de larga trayectoria verificadas por otras; o las universidades. Pero ¿qué hacer cuando llegas y, otra vez, hay tanto, tanto de todo, todo? Creo que lo único que se puede hacer es que el azar guíe tus pasos. ¿Hemos elegido exhaustivamente el piso que habitamos, o la persona con la que convivimos? No. Pues hay que darles el mismo margen a los artículos con los que nos encontramos. En otras palabras: no pienso ser jamás exhaustiva, no tengo fuerzas.
El idioma dominante aún es barrera
La llave de los buenos lugares es, muchas veces, el dinero, pero también el idioma. Los traductores nos facilitan el trabajo, ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS! pero ahí está la barrera. No queda otra que aprender idiomas. En un mundo globalizado, el chino debería ser obligatorio en occidente desde la escuela, y el inglés en oriente. Por supuesto, en China debería nacer un rey Sejonj, que facilitara el idioma y su escritura. Y los lingüistas deberían trabajar intensísimamente no en sutilezas escolásticas, sino en conservar y recuperar como joyas todas las lenguas y dialectos del mundo, lo cual sería algo que enriquecería enormemente a la IA, porque en ese estudio se desvelarían muchos secretos.
Poniendo en práctica lo anterior, voy a la biblioteca de la UOC y encuentro CAA, College Art Association
CAA publica varias revistas académicas, The Art Bulletin y Art Journal. Dos publicaciones digitales, caa.reviews, que se dedica a la revisión por pares de nuevos libros y exposiciones relevantes para los campos del arte, la historia del arte y la arquitectura, y Art Journal Open, un foro para las artes visuales que presenta proyectos de artistas, conversaciones y entrevistas, y ensayos académicos de todo el campo cultural. Ejecuta varios programas para apoyar y abordar problemas en el campo de las artes visuales: Programa Internacional CAA-Getty, uso justo, uerie de podcasts de conversaciones CAA y RAAMP y recursos para profesionales de museos de arte académico.
¿Qué hago a continuación? Los sigo aquí, https://www.linkedin.com/company/caavisual/
Allí me puedo dejar llevar.
Y encuentro este artículo que es un artículo conciso, claro, lúcido, deslumbrante.
Jamás yo sola hubiera llegado tan lejos. Conclusión: si queremos saber qué pasa a nuestro alrededor, tenemos que montarnos a hombros de gigantes. En estos tiempos confusos, superpoblados, enredados, hay que saber encontrar lugares fiables y, después, nadar confiando estar en buenas manos.
(En la siguiente entrada, comento el artículo. Y, por supuesto, DAVID BURNS y EVE ANDRÉE LARAMÉE entran, de cabeza, en mi panteón particular.
Eve Andrée Laramée: Topophilia: Research at the Genesis of Love of the Environment Burns, David Art journal (New York. 1960), 2006, Vol.65 (1), p.73-75
(Los resúmenes al margen y en color, son míos, de una «resumidora humana». La frase en mayúsculas es para siempre.)