Justo Serna y Anaclet Pons (2013) La historia cultural Ed Akal universitaria
Resumen capítulo II, De Inglaterra a Francia (Los epígrafes son los que aparecen en el capítulo. Páginas 41 a 74.)
Generaciones de Europa
El objeto de este ensayo es un grupo de historiadores heterogéneos, que forman un «colegio invisible». Peter Burke, Carlo Ginzburg, Roger Chartier y Robert Darnton. En este capítulo, hablamos de la generación anterior de historiadores (Eric J. Hobsbawn, E. P. Thomson, Georges Duby, Jacques Le Goff) y de la historiadora que se encuentra a caballo entre ambas.
Empiezan a desarrollar su actividad profesional en los años sesenta, cuando la hegemonía de los Estados Unidos se materializa con la difusión universal de la cultura de masas y con la expansión de la sociedad de consumo y cuando la filosofía marxista (que se veía como el modo de impugnar el mundo burgués) empieza a ser influyente en las universidades.
La cultura popular y el marxismo británico
Entre ambas generaciones, se encuentra la francesa Natalie Zemon Davis, (autobiografía: A life of learning) Marxista en su juventud, escribe sobre historia rural, tradiciones, costumbres, rituales del trabajo urbano y religión, lo que no encuentra buena acogida en la Francia en la que predomina la historia total, de Fernand Braudel. Realiza investigaciones desde la historia social, que son publicadas en los medios ingleses (en los que hay un clima que propicia la investigación sobre las clases populares y la difusión de este tipo de estudiso) y no en los franceses, y cita a Eric Hobsbawn que es inglés (se siente más cómoda con el inglés que con sus propios compañeros franceses).
Eric Hobsbawn (Rebeldes primitivos, 1968, Ariel) pertenecía a la Agrupación de Historiadores del Partido Comunista Británico, un grupo reducido de personas que emprendieron actuaciones diversas y muy valiosas y que tuvieron un gran impacto en el nacimiento de la historiografía. (Es el momento en que se publica E. P. Thompson (1963) La formación de la clase obrera en Inglaterra Lo destacable en todos estos historiadores marxistas es el relieve dado a lo popular y el peso otorgado a la cultura.) En Rebeldes primitivos, Hobsbawn apela a formas de hacer política alejadas de las ideas marxistas (lejos del partido o sindicatos), y explica no dentro de una dialéctica, sino según el contexto. No se describen revoluciones extremas, sino reformas menores y corrección de abusos. No se habla de líderes, sino de «gente menuda», que no sabía leer ni escribir, difícilmente entendibles y, con este autor, convertidos en objeto de análisis.
En Hobsbawn vemos:
- Perspectiva antropológica (colaboración entre historiadores y antropólogos, en el marco de Evans-Pritchard). Porque se enfrenta a sociedades «precapitalistas, ágrafas, primitivas». Por la «búsqueda del primitivo» que realiza la etnología británica.
- Enfoque gramsciano, se produce esta renovación del pensamiento marxista con Gramsci, a la vez que empiezan a hacerse públicos los errores comunistas y hay movimientos para la creación de una nueva izquierda. La pregunta sobre la hegemonía (consenso logrado por el poder) se convierte en la pregunta sobre la cultura. (Gramsci: hegemonía, consenso que da legitimidad a los que ejercen el poder.) Gramsci legitima la defensa que hace Hobsbawn del campesinado rebelde.
Se hace depender el análisis de la política y de la sociedad de un factor propiamente cultural, cultural al menos en el sentido de que las percepciones del mundo, del papel de las clases y de los consensos posibles son resultado de esa dirección intelectual y moral. (Serna y Pons, pág.50)
Otros autores en esta línea son Raymond Williams y Richard Hoggart.
Raymond Williams (1958) Cultura y sociedad. «Recorrido por las fases constitutivas del ideario británico contemporáneo». Parte de los poetas románticos y su idea del papel salvador de la cultura en la sociedad industrial. Cultura como proceso, individualidades como condensaciones, cultura como registro de las tensiones entre los modos de vida y los cambios que se producen. Llama estructura de sentimientos a las maneras de sentir y pensar comunes a una sociedad.
Richard Hoggart (1957) La cultura obrera en la sociedad de masas, presenta, igual que el anterior, un sentimiento de nostalgia frente a los recursos del pasado.
En definitiva [ambos] convinieron en atacar el núcleo mismo de una tesis marxista obsoleta o poco útil para el estudio de la cultura: aquella que separaba la base de la superestructura. (Serna y Pons, pag. 53).
Como hemos dicho, Thompson (1963) La formación de la clase obrera en Inglaterra es un clásico de la historiografía: nos lleva al lugar de los hechos, da voz a quienes los protagonizaron. Asume la tradición marxista y se interroga sobre el papel de la cultura popular en la constitución de la clase obrera. Deduce que no se puede entender el fenómeno de las clases sino como formación social y cultural.
Para cuando eso fue dicho, una afirmación de estas características era absolutamente renovadora, un alivio frente al determinismo economicista que el marxismo más ortodoxo imponía, frente al esquematismo del estudio del ser social. Para cuando esto fue subrayado, la cultura popular aparecía como ese fermento del que hablara Gramsci en donde se gestan las ideas y las posiciones ideológicas. (Serna y Pons, pag. 54).
Los estudios culturales y la historia desde abajo
En este contexto, surgen los Cultural Studies y la History from Below.
Cultural Studies: 1964, creación del CCCS en Birmingham a la que impulsó, sobre todo, Stuart Hall. Objeto: las formas, prácticas, instituciones culturales, relaciones con la sociedad y cambio social. Decisivos en su construcción: la ampliación del objeto de estudio a las «formas populares, degradadas» de cultura. Las diversas influencias crean, según Stuart Hall, dos paradigmas:
- Culturalismo. La experiencia del sujeto es la clave del análisis. A partir de aportaciones de la semiótica contemporánea (Umberto Eco (1965) Apocalípticos e integrados.) De esta última, las nociones de codificación, decodificación, decodificación aberrante y la idea de comunidad que desemboca, finalmente, en la de comunidades interpretativas.
- A partir de las aportaciones de los estructuralistas de los años sesenta: los individuos no son agentes activos, pertenecen a un agregado. Relacionada con el marxismo Althusseriano.
[Según estos últimos] la presencia del sujeto es solo la confirmación de procesos más vastos que la sobrepasan (Serna y Pons, pág. 57)
History from Below, corriente apadrinada por Thompson, que critica el escaso peso de la Historia y predilección por el siglo XX en los estudios culturales, se enfoca en investigar los modos de vida, cultura popular, tradiciones; para comprenderlos, se amplía el marco del tiempo y el espacio, y se promueve un acercamiento interdisciplinario con las ciencias sociales. Es el encuentro entre Thompson y Natalie Zemon Davis, que publica Sociedad y cultura en la Francia moderna (1975), el momento en que se constituye la historia cultural. (La versión completa de este libro, que se recortó en su versión española, se encuentra completándolo con Historia y género: las mujeres en la Europa moderna y contemporánea. )
Natalie Zemon Davis: el menu peuple (pueblo menudo) y las mujeres
La historia desde abajo a través de diversas manifestaciones culturales implica: estudio de manifestaciones colectivas, además de documentos; uso de ejemplos escogidos a partir de los cuales abre su campo analítico; a partir de una localidad concreta, retratar a la nación; relatar cada problema; breves investigaciones no sistemáticas. Utiliza un punto de vista heterodoxo: rechaza la interpretación fuerte del término clase (subraya la historicidad de los movimientos). Aborda áreas que antes no se habían abordado, como la historia de la mujer o las relaciones entre las culturas oral y escrita. Pionera en diversas ideas, dice por ejemplo:
Cualquier historiador debería adquirir el hábito natural de tener en cuenta las consecuencias del género con la misma facilidad con la que toma en consideración las que se derivan de la clase social.
En sus fuentes, se refiere a historiadores vinculados al estudio de las mentalidades, y en especial a Thompson y Hobsbawn, lo que se manifiesta en: atención al contexto, carácter no determinante de este contexto rescatando así la «agencia humana». Otros referentes son Arnold van Gennep, Keith Thomas ( 1963 Historia y antropología.) y Mijaíl Bajtin (1940, La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento.)
Especialmente relevante es Keith Thomas, porque tutorizó a Peter Burke y porque comprendió muy tempranamente la necesidad de intensificar intercambios con la antropología y su análisis más detallado y teniendo en cuenta más factores; para acercarse a explicaciones más abiertas, y para ensanchar el campo de estudio. De Bajtin, incorpora la reflexión sobre la alteridad, el dialogismo (la polifonía narrativa), la posibilidad de rebeldía subterránea (en la risa, la fiesta y el carnaval, formas culturales más allá del poder). En este marco, investiga, en uno de los ensayos, la inversión festiva (varón que asume el papel de fémina desordenada), en el que afirma que «el mundo travestido otrorga a la mujer, como persona y como madre, el derecho a levantarse y a decir la verdad»; libera a los hombres de la responsabilidad de sus actos.
Una aportación crucial de esta autora es el énfasis en el tono narrativo y el acto de comunicación. lo que ya aparecía en Thompson y Hobsbawn. En ella dejan sentir su influencia.