Instalación real en la cama

Bischofberger U (2024) Instalación real en la cama (Fotografía.)

La cama como espacio por excelencia del sexo, espacio en el que esa adscripción topológica de los cuerpos les da un carácter original (no de copia, no de referencia a «lo otro», a los estándares virtuales). La cama como espacio para la iluminación profana que es el sexo [Aldous Huxley en Las fronteras de la percepción hablo de la vinculación orgasmo-éxtasis místico.]. El otro es la presencia dentro del horizonte finito, y no virtual, de mi experiencia.

La pornografía virtual neoliberal en la que crece el sujeto occidental, a través de esa imitación realista que es el vídeo, destruye la adscripción topológica a un espacio concreto (esa cama aquí, esa mano aquí, ese cuerpo aquí) y sustituye la iluminación profana por la producción y el consumo eficiente de respuesta sexual en un no-espacio. El otro virtual pornográfico cuestiona al otro real, lo arranca de la realidad del aquí y ahora de los cuerpos y lo convierte en ausencia. Se anula la inmediatez de la experiencia y se vincula la respuesta sexual a esa ausencia.

«La práctica cultural contemporánea define un conflicto  entre la presencia de imágenes y objetos dentro del horizonte finito de nuestra propia experiencia y su circulación invisible, virtual, “ausente” en el espacio exterior a ese horizonte», Borys Groys. La ausencia se convierte en condición de la satisfacción sexual. De modo que la hipótesis es que no está erotizada la sumisión cuando se provoca la inconsciencia de la mujer para violarla, como pensé cuando escribí  «reflejo de la violencia sexual en los espejos cóncavos del callejón del gato«: lo que está erotizada es la ausencia. Una ausencia que la pornografía virtual neoliberal convierte, por condicionamiento clásico, en requisito para la excitación sexual, en particular en el caso de la persona que tiene pene, cuya excitación sexual es mucho más visible. Una ausencia que ocupa cada vez más espacio conforme avanzan el cansancio y la pornografía virtual neoliberal.

Este es el primer trabajo de Fotos color piel que explora el sexo y su espacio primero.

Instalación

Instalación, es un espacio finito de presencia para la iluminación profana
He respondido a este cuestionario para saber si mi instalación es instalación, siguiendo el artículo de Boris Groys Topología del arte contemporáneo. 

Lo esencial es la adscripción topológica
La originalidad no depende de la forma, sino de la adscripción topológica
Todos los objetos son originales
Hace falta ir donde están para verlos No
Su soporte es el espacio
Lo instalado es algo que circula en nuestra civilización
Es un espacio de toma de decisiones
Ha habido selección
Ha habido decisiones
Ha habido lógica de inclusión y exclusión
Tiene un carácter material No
El movimiento del espectador es esencial No

La práctica cultural contemporánea define un conflicto entre la presencia entre la presencia de imágenes y objetos dentro del horizonte finito de nuestra propia experiencia y su circulación invisible, virtual, “ausente” en el espacio exterior a ese horizonte.

El aura como valor absoluto de una cosa

Valor absoluto de mi mano. /mano/
Valor absoluto de la cama /cama/
Valor absoluto de la colcha blanca /colcha blanca/

/mano//cama//colcha blanca/
Aparecen
Súbitamente
Adquieren una entidad nueva recuperando su entidad antigua

Apuntes. Topología del arte contemporáneo, de Boris Groys

Instalación como reterritorialización

Resumen que hice del artículo: Frente a la pérdida del aura de la obra de arte consecuencia de su desterritorialización (Walter Benjamin), el autor sostiene que, en el arte contemporáneo, se realiza una reterritorialización de la copia mediante la instalación, reterritorialización que pone de manifiesto el carácter reproductivo y repetitivo de los objetos cuando están fuera de la instalación y los convierte en originales (vinculados a un aquí y ahora) cuando están dentro. De este modo, el arte contemporáneo supera la ocultación de la que el posmodernismo acusaba al arte moderno.

La mano que he presentado en la foto es original. Vinculada a su aquí y ahora.
La colcha blanca es original. Vinculada a su aquí y ahora.

Fotos color piel

Instalación privada en la cama puede ser que se quede con ese nombre, puede ser que sea la portada del conjunto de Fotos color piel que con Sketches en blanco y negro y Dibujo digital en color (y, por supuesto, los textos) van a ser los materiales para una instalación en el espacio real que me la estoy imaginando.

Es la mano, no es un anuncio de la mano.
(Parafraseando «es la luna, no es un anuncio de la luna», de Lorca.)
La instalación que he creado ha sido real. He tenido que tomar muchas fotos, antes de quedarme con ésta. El sistema autónomo (mi móvil) me ha sorprendido con esa penumbra, con esa ambigüedad en la que, aún así, es reconocible que es una mano trabajada.
Aquí empieza una trayectoria que, en esta ocasión, va a ser privada… porque tengo que probar, también, esa opción.

Este es el segundo trabajo, que enlaza con la siguiente entrada. Aquí voy a explorar la relación entre sexo  y nombre.

Bischofberger U (2024) Foto color piel sin identidad (Fotografía.)

Tareas pendientes
– Seguir con mi cuaderno de bitácora
– Lo privado y lo público
– En sexología, la autora que no es M and J
– Comprar otra vez el Kama Sutra, hacer resumen
– Hacer el logo de la mano
– Recuperar el texto de esta foto
– Tarea urgente: ordenar. [Madre mía, qué caos tengo por todos sitios de archivos… Es urgente para mí ordenar toda mi información]
– Tarea urgente: ahora tendría que parar, revisar todo lo que tengo, reorganizar, repasar desde el principio.

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