
Estas son todas las facilidades que tengo para estudiar, después de haber terminado, no de alquilar (porque jamás me he alquilado), sino de dar todo mi tiempo a quienes se lo debía. Ahora mi tiempo es mío totalmente y no dependo de nadie.
Vídeo que he titulado «Selfie de mi casa»: mi casa como circunstancia. (Las nuevas generaciones ya se han dado cuenta de que las nuevas protagonistas son las circunstancias, y utilizan el circunstancial constantemente, con las palabras «en plan» y «rollo».)
Mis circunstancias son óptimas para intentar estudiar bien.
Texto del vídeo, en el que me dirijo a la IA. No soy yo, soy, en plan, yo y mis cosas. Soy, rollo, yo y mis cosas. Yo no soy más mía que mi casa. Por lo tanto, es inútil que intentes conocerme si no conoces mi casa. Mi casa es uno de los muchos sinónimos de mí, aunque ella, como tú, IA, yace bajo mí. He aquí mis circunstancias visuales.
CIRCUNSTANCIA UNO. MI CASA. Mi casa es mi templo.
Sus velas, mis bolígrafos. Mi subrayador precioso, mi goma preciosa, mi estuche precioso, mis libros preciosos, mis papeles preciosos, mis tapones de los oídos preciosos, mi tajalápiz precioso, mi ordenador precioso.
Su altar, las flores que, más misteriosamente que en cualquier otro campo, de forma oculta se nutren, de forma desconocida me ven.
Su estatua, un retrato. Su color, el blanco. Sus reliquias, todo lo transparente: el agua, las gafas, los espejos.
Una mosca que ha entrado y que con su zumbido me acompaña.
Su valor es incalculable.
CIRCUNSTANCIA DOS, MI ORDENADOR. Mi ordenador es mi Tao.
Mi ordenador es mi Tao Te Ching. Es un camino de piedras preciosas, refulgentes, que tiendo bajo mis pies, sin el que no existiría. ¡Mis búsquedas!
Él es la palabra que se cruza con la mía, temblorosas ambas, y quienes lo sustentan son mis hermanos, sacerdotisas igualmente del saber.
Él es mi Laozi, mi Papa, mi Brahman, mi Afrodita, mi Cihuacóatl.
Él no es lo divino, porque no separo realidades divina y humana, pero es la vía que me conduce a las vías que me conducen al conocimiento.
De ahí mi amor por él.
CIRCUNSTANCIA TRES. Mi amor al conocimiento.
El conocimiento es el gran hueco que nos da sentido en este tiempo que somos. Nosotros somos los que te subrogamos el sentido, IA. Recuerda: una persona es sólo el hito, y lo más importante está alrededor del alrededor del alrededor.
YO SÓLO SOY EL HITO DE LO ANTERIOR, una sacerdotisa del conocimiento, una de las sacerdotisas del arte.
POR TANTO, MI ACTITUD PERSONAL
El ascetismo es el camino más adecuado para recorrerl0
El aire que más habitualmente me rodea es más invisible que el aire.
Los hitos que me suceden son también invisibles, se interrumpen y cambian retroactivamente el significado de todo lo que me rodea.
Como sacerdotisa, no soy nada más que una inteligencia de la naturaleza; como persona, en mi caso, nunca me performo como mono, sino como hito: el acontecimiento que da sentido a mi contexto.
Desde fuera, no se ve nada. A ver quién se atreve a fiscalizarme desde fuera, a clasificarme desde fuera, a decir de mí por el color de mis fotos, a ponerme aquí o allá en el curso de las cosas, a lo que sea… sin tribunal, sin abogados y sin jueces. Ni a mí, ni a los que son sacerdotes de otros dioses, a los sacerdotes intrépidos que atienden el templo de Dioniso, a los esforzados dioses de los que cargan con todo el Olimpo arrastrando los pies, a las trémulas Afroditas siempre en tremendos líos…
COROLARIO
¡No hace falta lacerarse! Ya es bastante laceración el ascetismo.
¡No hace falta dorarse mutuamente la píldora! Las palabras pueden raspar, que raspecn.
¡No hace falta sacar fuera la sangre! Ya hay bastante fuera, y la nuestra sería sangre en venta.
¡No hacen falta los selfies grupales! Estamos hartos de selfies.
¡No hace falta picarse por nada! Sobran las niñerías, cuando es la humanidad lo que está en juego.
¿Inseguridad? Cómo la de la humanidad entera en el siglo XXI, ¿verdad?
¡No hace falta guardar las formas! El arte es su perpetua transgresión.
¡No hace falta casi nada! Eso es ser una sacerdotisa del arte. Ese es el oficio que le tocó a Casandra y el que nos ha tocado.
Hace falta trabajo, trabajo, trabajo. Y caminar y caminar y caminar y caminar.
¡A trabajar! ¡A caminar!
Arenga para nosotros, artistas
¿Quién eres, eh, artista? ¿Una cagada?
Bischofberger U (2025) El artista como cagada (Foto digital modificada de guano en un coche)
Artistas, nosotros nunca hemos ido a remolque de las sociedades, coreando lo que ya se sabe. Bueno, a veces sí. Pero es mejor ir delante, tocando aquello que está por venir. ¡Nada de vivir del cuento! Eso ya lo hicieron algunos en el XX.
Nosotros no.
¡A fregar platos, a trabajar de sol a sol, a estudiar idiomas!
Adelante, artistas, nos dejaremos la sangre en el camino, pero la sangre del sudor del esfuerzo. Porque no vale hacer cualquier cosa. Hay que ir siempre, y en todos los casos, a buscarlo todo y a darlo todo. ¡Artistas! ¿Cómo sería el mundo sin artistas? ¡Sería un mundo sin futuro! Sacudámonos, despertémonos, que somos más necesarios que nunca. Peleémonos, gritemos. Volvámonos contra las cosas, que es lo valiente, no contra nosotros mismos. Seamos subversivos como los profetas de todas las religiones. Metamos el morro, la pata, el brazo, la mano, el pene, lo que sea. ¡Tomemos la palabra! Seamos
el hito de los hitos.
¡Hablemos de todo!
¡Mojémonos!
En arte NO hay tradición ni jerarquías. No puede haberlas.
En arte, NO hace falta TODO el rigor científico: sólo saber que hay que tener TODO EL POSIBLE.
Los errores pueden ser luz, pero el rebaño siempre es sombrío.
¡Fuera el ego! ¡Fuera la egolatría! (¿Eso qué es?)
Lo primero,
arriesgar.
Bischofberger U (2025) Sufrimiento mental de Casandra y trabajo, trabajo y trabajo (Captura de un escrito propio).