
Señoras, señores:
Les habla una atrofiada. Si yo soy mi cerebro, y mi cerebro está atrofiado entonces YO debo de ser una ATROFIADA. Ésta fue la hipótesis que emergió del informe médico que me entregaron tras someterme a una exploración radiológica. No pedí informes de otras partes, pero he podido realizar una investigación por mi cuenta, investigación que presento como ADJUNTO en esta entrada y, efectivamente, estoy atrofiada en muchas partes:
- Piel. La tengo finita y arrugadita.
- Vulva. Atrofiada, entre otras cosas, por falta de uso.
- Riñón. También.
- Bazo. No era el brazo ni sé para qué sirve, pero deduzco por pura deducción que también.
- Pulmonar. Ahí no se puede decir que no los use, los uso constantemente, pero también atrofiados por EPOC.
- Gusto (de sabores). Atrofiándose, imagino también.
- Pene. La única alegría que tengo es que, como no tengo, no se me atrofia aunque no lo use.
- Y un largo etcétera que omito porque me gusta ser breve y no aburrir. Entre otras, atrofia cerebral.
Llena de rencor hacia el creador que me creo tan bien y, a continuación, deja que me atrofie, he mirado a ver si la atrofia existe también en el reino vegetal. Y sí existe. Las plantas se atrofian. ¡Hala, por plantas! ¡También vosotras os atrofiais!
-¿Y el geranio que tenías?
– Nada, al final se convirtió en un geranio atrofiado y lo tiré a la basura.
– Ah.
Pero la atrofia que más me ha consolado ha sido la atrofia del pie, que puede ser causada por la falta de uso. Pies no se me atrofian porque no paro. ¡Menos mal! Una atrofia que no me alcanzará, porque por lo menos los pies sí que los uso constantemente en mis idas y venidas y les doy «estimulación podal».
– ¿Qué tal estás? ¿Qué tal llevas los pies?
– Ya ves. Dándoles estimulación podal yendo a por el pan.
– ¡Que bien! Así no se te encogen, al revés, te nacerán unos juanetes duros, duros…
No me puedo entretener hoy escribiendo, porque tengo que estudiar inglés. Pero de la lectura de este artículo de Wikipedia, basado en un libro de divulgación de Salvat, deduzco varias ideas que requerirían contrastación:
- La palabra «atrofia» viene del griego «sin nutrición».
- Lo que «nutre» no son sólo los nutrientes, sino la activación de las funciones.
- Lo que se elimina (se «atrofia», porque se define la atrofia como reducción morfológica en número y volumen) se elimina porque el organismo dice: «esto me sobra»: la atrofia no es agenesia (que algo no esté), ni aplasia (que esté y no se desarrolle), ni hipoplasia (que se desarrolle de forma incompleta) ni un proceso necrótico (muerte masiva). Luego la atrofia NO PUEDE SER DEFINIDA NEGATIVAMENTE.
- En el artículo se sugiere que es adaptativa («la falta de uso provocará modificaciones regresivas»).
- Se dice que la causa principal es la INACTIVIDAD.
Sin ahondar más, porque no me apetece y no tengo más tiempo, me congratulo. ¡Mi atrofia es normal! ¡Mi atrofia es adaptativa! ¡Mi atrofia no es una «mini-necrosis», sino algo diferente! ¡La atrofia de las células de mi trasero (que se ha puesto un poco, digamos, abultado por culpa de todo el tiempo que he estado estudiando el Grado en Artes) se puede retroceder! Si gozo de mi inactividad, entonces mi cuerpo dirá «vale, pues yo me atrofio un poco para ir a tu ritmo».
Eso sí: el lenguaje, como siempre, juega malas pasadas. Y no me gusta describir mis partes (bazo, pies -ah, no, pies no-, pulmones etc) como…
unas atrofiadas.
e modo que, en vez de hablar de un pulmón atrofiado, hablaremos de…
Un buen pulmón de Dios que ha pasado por los caminos de la vida y ahora se encuentra en un lugar que no requiere de ellos tanto por lo que si sus cilios y demás quieren descansar deciden recogerse, encogerse y atrofiarse descansada y adaptativamente.
En vez de hablar de un pene atrofiado, hablaremos de…
Un buen pene que ha pasado por los caminos de la vida con muchas emociones y agitaciones y ahora se encuentra en un lugar que no requiere de él casi nada por lo que quiere descansar, decide recogerse, encogerse y atrofiarse descansada y adaptativamente.
En vez de hablar de un bazo atrofiado, hablaremos de…
Un buen bazo de Dios que ha pasado por los caminos de la vida con muchas alteraciones de su función que ni él mismo sabe cuál es y ahora se encuentra en un lugar que no requiere de él por lo que quiere descansar, decide recogerse, encogerse y atrofiarse descansada y adaptativamente porque, total, además, le pasa como a su poseedor: que nunca ha sabido quién es él mismo ni cuál es su función.
Y, por supuesto, he presentado una reclamación. Mi nuevo informe médico dice que tengo «atrofia cerebral por tranquilidad», y que soy una buena mujer de Dios que ha pasado por los caminos de la vida que ya sabemos que son agitados y ventosos y ahora se encuentra en un lugar que no requiere de ella ni tanta agitación ni tantos humos ni vientos por lo que si ella decide descansar su cuerpecillo decide recogerse, encogerse y atrofiarse descansada y adaptativamente.
Bischofberger U (2025) Versión dos del informe de mi cerebro atrofiado.
Bischofberger U (2025) Versión uno de mi cerebro atrofiado.
Si el médico dice que soy una buena mujer, no voy a ser YO la que ponga en duda mi SER observado a la luz de la CIENCIA MÉDICA y descrito por la gnoseología médica con la sabia palabra de ATROFIA, INCLUYENTE DE LA IA EN SUS DOS ÚLTIMAS LETRAS. Por tanto, LO SOY. Soy una buena mujer, hija de Dios (o con algún tipo de filiación, puntualizan en un informe que está en proceso los trabajadores sociales especialistas en FAMILIA) aunque no tan hija como el verdadero hijo (todo hay que decirlo) etc. Y no repito el diagnóstico porque, como he dicho, me encanta ser breve.
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