
No sé de dónde es cita la cita «que la suerte te acompañe» (1). Pero la suerte me acompaña. ¡Qué alegría! Señor Mago de Oz que decías que Ego Fumabat: mira las volutas que hace al humo… Quién sabe… A lo mejor hago un papel útil sin proponérmelo….
Navegando con mi barcaza digital. No había plazas ya, pero justo ayer tuvieron una baja, de modo que he sido admitida. ¡Aleluya!
Lo he descubierto gracias a que estuve explorando las microcredenciales de la UOC (2) Pedí información sobre una de alimentación de mayores… Después, en mi barcaza digital, navegué a la Complutense, pero no me convenció el curso en el que, el azar, mi barcaza y yo entramos. Miré la Autónoma, que fue mi universidad, y vi esta microcredencial.
Flechazos con los estudios. Con los estudios pasa igual que pasa con el amor, si te fijas. Fue un flechazo y me he inscrito. Pero no vayáis, gentes de los mundos del arte, a colocarme el pegote de la neurodivergencia en la coronilla: es una microcredencial con la que trato de aportar un poco de diversidad a un mundo, el vuestro, que, siendo el más neurodiverso en sus agentes, no es nada neurodiverso en sus contenidos. Tal vez precisamente por lo anterior. Esto es: que se repite, como todas las disciplinas, más que el ajo. Cada vez que el Arte abre la boca, a mí me huele a Aldonza Lorenzo (3). Y esto no puede ser.
Respeto a mis profesores. Voy a hacer el Máster de Arte Contemporáneo como está mandado, me lo mando yo, porque respeto la mayor visibilidad de mis mayores en arte, esto es, de mis profesores. Igual que me estudio el inglés. Pero mi corazón está lejísimos… Aunque ojalá decir esto no fuera un obstáculo para que me admitieran en el máster ni para que me aprobaran el inglés. Porque no denota para nada una «mala actitud»; denota, si acaso, una autodisciplina férrea, digna de un tanque como yo. Respeto a mis mayores SIEMPRE; respeto su mayor visibilidad. Eso me ha pasado SIEMPRE. Por eso decía mi madre: «Úrsula es cera en mis manos». Respeto a mis mayores incluso más de lo que mis mayores respetan a sus mayores. Soy cera en las manos de los que saben, porque respeto y amo con fuerza su saber.
Me mando a mí misma, aun con llanto y rechinar de dientes. Ser dogmático es una cosa, y hacer caso de quienes tienen mejor visibilidad que tú es otra muy distinta. Por eso, me mando bien a mí misma. ¡Hazlo y cállate! Y ahora me mando el inglés y el máster en Historia del Arte Contemporáneo, aunque los haga con llanto y crujir de dientes, y a duras penas. No sé si aprobaré el FCE, pero aquí sigo, encerrada como preparando oposiciones, y lo intentaré hasta conseguirlo.
Y los ángeles los arrojarán al horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. ¡El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda! (4)
Nota al autor de estas líneas: no hace falta enfadarse, hombre…. tengo orejas, tengo oídos para oír y boca para comer, y hasta tengo un laberinto un poco retorcido, eso sí, pero dispuesto a procesar y entender.
Mis Mundos. Porque he trabajado treinta y cinco años por el Mundo. ¿Con la fuerza de un cross en la mandíbula? No: con la de un panzerkampfwagen, que en cristiano es «páncer», o sea, tanque. Y después, siete años llevo peleándome en los Mundos del arte, abriéndome en canal, descubriendo los puntos G del Mundo que me rodea. ¡Oh, vida emocionante cuando te dejas emocionar viviéndola! Y ahora me aproximo al Mundo que me abre esta microcredencial, de modo que todo lo que aprenda en el Máster de Arte Contemporáneo podrá tener su realización aquí, por arte de birlibirloque.
Microcredenciales: promesas de aprendizaje. Microcredenciales: promesas de felicidad. Microcredenciales, para encaminar tus pasos cuando te sientes perdido.
(1) La cita original es «que la fuerza te acompañe», pero este modismo dialectal, del dialecto redil (de las redes) jejeje es casi más popular. La legitimidad de la citación se ve apoyada por los millones de veces en que alguien dice a otro alguien ¡Suerte!, y los millones de veces en que, de verdad, se atiende a ese significado, con una invocación a Alá, pensando ¡Ojala!. Mientras que, por el contrario, al significado del ¡Adios! , que es Ve con Dios, jamás se le hace caso.
(2) En mi opinión, las microcredenciales son los redireccionamientos que todo intelectual necesita para salir de los patrones restringidos y estereotipados de su propia disciplina al campo abierto del mundo -para después entrar en otra. ¡Aire, aire! ¡Ufff qué gustazo da recibir un poco de aire!
(3) Aldonza Lorenzo es el nombre real de Dulcinea del Toboso, cuya boca, dice Cervantes, siempre olía a ajo. (No puedo realizar la citación porque ni tengo el libro aquí ni encuentro un .pdf donde se haya incluido todo El Quijote, de forma que pueda buscar la cita con facilidad. Por favor, creen ese .pdf. Es muy importante para poder buscar, también, otras cosas en El Quijote.)
(4) Bueno, no tanto, que yo jamás les diría a mis profes esta frase tan terrible… Horno ardiente… Justos brillando como el sol y, se entiende, injustos chamuscados…Y encima, sugiriendo que es que no se usan las orejas… Además, en mi caso no sería crujir de dientes, sino crujir de mi prótesis dental, y yo no se la quiero romper a mi doctor, que me cae muy bien.