
Lo que se observa en la naturaleza es preocupante. Preocupante al máximo. Hay que buscar nuevas formas de mirarla. Eso hacemos los pensadores del siglo XXI. Hace poco, hablábamos del Ixitptla. Hicimos una incursión en el mundo rural. Reflexionamos con una cultura indígena. Quisimos asumir la mirada del antropólogo. Escuchamos el eco de las palabras de Paul Klee. Ahora, volvemos al siglo XVIII con Goethe (1749-1832).
Llevo todo el día de hoy peleándome con el texto, pero no me sale nada. También he estado horas peleándome con el dibujo. Ha sido un proceso muy largo, y al final he podido destilar algunas gotas de algo. Pero todo lo que me ha salido parecía como si estuviera manchado de petroleo, enturbiado, roto, confuso, rasgado o, si no, limpiamente cortado sin piedad. Iré intercalando dibujos y los textos que he podido ir entresacando de mi exploración de Goethe a partir de este capítulo, recopilación de textos de Goethe, La contemplación de la naturaleza sugiere ideas, capítulo titulado, introducido y recopilado por Jeremy Naydler (doctor en teología, filósofo, jardinero), colaborador Henri Bortfort (físico, filósofo de la ciencia) en: Goethe. Goethe y la ciencia. Madrid : Siruela, 2002. ISBN 8478445919
Sobre Henri Bortfort (1996) The wholeness of nature: Goethe’s way of science
La obra científica de Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) representa un estilo de aprendizaje y comprensión que en la actualidad se ignora en gran medida. El enfoque de la ciencia moderna es en gran medida distante, intelectual y analítico, y cada vez se reconoce más que muchos de nuestros problemas contemporáneos se derivan del consiguiente divorcio con la naturaleza.
En contraste, el método científico de Goethe buscaba la comprensión a través de la experiencia de la «auténtica totalidad» de lo observado. Trabajando con el modo intuitivo de conciencia, Goethe buscaba un encuentro con el fenómeno en su totalidad en su relación con el observador. En su forma de ver, en lugar de dividir simplemente para categorizar, deberíamos investigar las partes de un objeto para revelar la verdadera naturaleza del todo.
En este invaluable estudio, Henri Bortoft examina las raíces fenomenológicas y culturales del método científico de Goethe. Argumenta que las ideas de Goethe, lejos de pertenecer al pasado, representan la base de una ciencia futura. Esta nueva ciencia de la naturaleza, que involucra otras facultades humanas además de la mente analítica, puede proporcionar comprensión y explicación de una manera de la que carecen desesperadamente nuestra actitud científica actual y la cultura a la que sirven.
Henri Bortoft ha enseñado física y filosofía de la ciencia durante la mayor parte de su carrera. Su investigación de posgrado se centró en el problema de la totalidad en la teoría cuántica, bajo la tutela de David Bohm y Basil Hiley en el Birkbeck College de Londres. Actualmente imparte conferencias e seminarios sobre la ciencia goetheana, así como sobre el desarrollo de la conciencia científica moderna.
Los dos caminos
Por aquellos lejanos años en los que Goethe, uno de los pensadores más amplios y prolíficos de la historia de la humanidad, vivía feliz en su casa de Weimar, la humanidad se situó en una encrucijada de dos caminos: el del propio Goethe y el de Isaac Newton (1642-1727). ¿Son mejores los caminos «ganadores»? Pues no: el que ganen depende de multitud de circunstancias que no los hacen mejores ni peores, solamente ganadores. La vida es muchísimo más compleja que unas Olimpiadas. Esto nos dice la disciplina llamada arqueología de los medios, y es extrapolable a todo proceso, incluidas las biografías humanas y la historia de las revoluciones científicas (un cambio de paradigma no es simplemente un avance hacia la verdad, sino un cambio en la forma en que la comunidad científica ve el mundo, IA de Google). Pues señor, como decía antes, aquí estábamos:
El contexto (gracias, iunoionnis)
En el siglo XVIII, Prusia empieza a brillar de verdad. Prusia tiene una aristocracia de tamaño decente, y esta aristocracia quiere parecer educada y culta. La aristocracia contrata tutores, y es posible que los filósofos y poetas vivan un estilo de vida pequeño-burgués con el tiempo libre necesario para las actividades académicas (así como asuntos escandalosos). Asimismo, la universidad alemana forma a los estudiantes en filosofía, derecho, filología y teología, que eran básicamente las cuatro carreras principales. Así que hay una gran clase educada con mucho tiempo libre.
De 1740 a 1780, Federico el Grande toma el poder. Federico permitió la libertad intelectual necesaria para que se produjera la Ilustración, fue un gran mecenas de las artes, permitió la libertad religiosa y, básicamente, quería ser un rey filósofo. Kant y Goethe vivieron durante esta época (en realidad, Goethe vivió hasta los 82 años, lo que le permitió participar en dos siglos filosóficos diferentes). Hegel, Schiller y Fichte también le siguieron, y hubo una serie de movimientos literarios, sociedades secretas, por no hablar de la gran cantidad de música producida en la época. Esto estableció más o menos las tradiciones académicas que continúan en el siglo XIX.
Camino hacia el «punto negro» (flor moribunda, palo moribundo)
Íbamos avanzando en lo que he llamado el camino de Newton. Goethe andaba por otro camino, y de eso trata el capítulo. Porque es urgente pensar. Ahí al final hay un punto negro, oscuro, hondo, una especie de agujero negro que es donde nos encontramos, y estos son los dibujos que lo representan.
Bischofberger Valdés (2025) Palo moribundo.
Bischofberger U (2025) Flor moribunda.
El interés de Goethe es por todo -y por el todo
Se interesó por la literatura, por el arte, por la botánica, por la óptica. No tanto por la historia. Sus recorridos en ciencia están recogidos en este documento, de uno de los miles de institutos de la naturaleza que existen en el mundo, en este caso The Nature Institute.
La teoría de los colores
Su teoría de los colores es, dice el parapsicólogo y pseudocientífico Rupert Sheldrake, un ejemplo inspirador de la llamada «ciencia holística». En la introducción del libro destaca la filosofía de la ciencia única de Goethe.
En este lugar está muy bien explicada (cuadro que hace patente cómo Goethe pierde información cuando se aproxima a lo particular).
Su búsqueda de «lo primordial» lo lleva a la «planta primordial»
Buscando el fenómeno primordial o Urphänomen (Original/Primordial Phenomenon) [Pendiente incluir notas del artículo.]
Mujer primordial, abanderada con el retrato de la planta primordial (o flor primigenia, que es el nombre que le doy) dibujada junto con una mujer primordial en un mundo sin historia, exclusivo, de contrastes. Ambas, con un poco de deterioro.
Bischofberger U (2025) El deterioro de la planta primordial de Goethe
Subtítulo: La planta primordial bajo una helada.
Bischofberger U (2025) Deterioro grave de la planta primordial de Goethe
Subtítulo: así estaría la planta primordial, como bajo una ventisca.
Doce frases a modo de opinión
1. Los caminos de la ciencia no se trazan en el vacío, sino que están imbricados en toda la complejidad de esa ciencia poco afín a Goethe, la ciencia de las ciencias, la Historia.
2. La búsqueda de esencias (UR) ha demostrado NO ser el camino y llevar al error.
3. Goethe es grande por todo lo que movilizó, no por los lugares a los que señaló; por las preguntas, no por las respuestas.
4. Que el todo es función de las partes y al revés ha sido señalado por Goethe y por muchas, muchísimas otras ciencias; y también demostrado, especialmente en el siglo XX.
5. Sabemos que el camino de Newton nos lleva al momento actual, pero no es sólo el camino de Newton.
6. Si hubiéramos seguido un camino holístico, contemplativo, idealista, ¿dónde estaríamos? ¿Magia, miedo, pseudociencia, parapsicología?
7. Me encantan mi coche, mi secador de pelo, mi ropa, mi ordenador; y si como, es gracias al camino de Newton: porque yo no vivo en una bonita y lujosa casa en Weimar.
8. La situación del mundo natural es de absoluta emergencia.
9. Las posturas tecnófobas son ideológicas; la historia humana es, esencialmente, una historia de logros técnicos y la incidencia mutua de éstos, el sistema productivo y la distribución de la riqueza
10. Es el sistema productivo lo que hay que revisar en primera instancia.
11. La ciencia ¿puede ayudar?
12. ¿Y el arte? Occidente busca desesperadamente una salida del camino ahora ya casi sin retorno que ha emprendido, pero no hay salidas fáciles, y, sobre todo, no hay salidas fuera de lo concreto. Sólo los que no saben de historia pueden pensar en la vuelta atrás como salida. La salida no son los caminos que dejamos, serán los caminos que inventemos. Los artistas tenemos la obligación de informarnos, en concreto, de los problemas medioambientales. Dar alas a cualquier tipo de misticismo es una postura cómoda. La postura cómoda es la tradicional en el arte. Pero la valentía debe prevalecer. Es mucho más significativo este texto, Single-Use Plastic Pollution: Reduce it in 8 simple ways (English Edition) Versión Kindle, de Rowena Caro-Benavides que toda la jerga primordial contemplativa goetheana. Si yo fuera pez, votaría por este último texto. Y, desde luego, si se supieran las implicaciones que tiene el uso del plástico (por poner sólo un ejemplo) se echarían a temblar Associated British Foods, Coca Cola, Groupe Danone, General Mills, Kellogg´s, Nestlé, Pepsi Co, Grupo Unilever… por poner sólo otro ejemplo. Bueno, y para empezar el curso, como ya me he enterado de que tengo que hacer un Manifesto, he aquí mi Manifiesto a favor del ur-artista.
MANIFIESTO A FAVOR DEL UR- ARTISTA
Subtítulo: LO BUENO DEL «OM» no es nada, comparado con el «UR»
POR UR- SULA
(Alias: la Sula Primordial)
¡Artistas!
¡Seamos ur-artistas!
Os lo digo como Sula Primigenia que soy.
Busquemos la esencia…
Ur
Om
No os liéis
No os metáis en camisa de once varas
El Arte
Las Mayúsculas
El Ser
No enseñéis las tetas
No os metáis con nadie
No nombréis a nadie, que luego se molestan
No hablemos mucho, que luego se nota que no sabemos
Vosotros, ya sabéis
¡Lo prístino!
¡La Naturaleza Natural!
¡La esencia pura!
No os metáis en aburridos estudios.
Sobre todo, quedad bien
Que para eso somos artistas
¡Que sintáis mucho!
PD. Carta a mí misma como artista, tranquilizándome
Y tú no te preocupes, artista. En tus tareas y artículos NO CREO que vaya a haber temas de legislación medioambiental, ufff, que no das más de sí. ¡Es tan poco artística la legislación! Tampoco de emisiones, ¡Son tan poco esenciales! (No son tan tangibles como las cosas materiales de verdad, pero aún así no son esenciales, y suelen oler mal). Que tú sepas lo que, por ley, se le puede hacer a una flor no tiene nada que ver con lo que es SENTIR la ESENCIA PRIMIGENIA de esa flor o, incluso, la PENA INFINITA que te da que esa flor se muera… ¡Esto es lo tuyo, artista, y no lo anterior!
Y no te preocupes, artista. Tampoco es necesario que sepas nada de fisiología o anatomía vegetal, animal o humana. ¡Bastante haces con dibujar las cosas como para encima tenértelas que aprender! ¡Hasta ahí podíamos llegar! Eso, que lo haga gente como Goethe, que son superdotados, no los artistas que somos… somos… otro mundo. ¡Es tan poco artística la fisiología!
Primero, BELLEZA con mayúsculas. Luego, ARTE. Y ahora, también, NATURALEZA, TODO con mayúsculas, para no quedarnos cortos
Y no te preocupes, artista. En tu curriculo sólo habrá investigación CUALITATIVA, no hace falta PARA NADA que aprendas numeraciones, que las numeraciones ya se sabe, ENCAJAN, y eso es muy negativo para un ser tan sensible como tú. Porque luego se te DESENCAJAN las cosas y ¿qué haces? ¡Mira cómo te pusiste en la asignatura de Taller de Programación e Interacción, que llevaba coordenadas y ángulos de la ESO! ¡Descompuesta perdida! ¡Son tan poco artísticas las cuentas!
Lo tuyo: la BELLEZA. Y TU ARTE. Y ahora también la NATURALEZA, todo con mayúsculas EN TODAS LAS LETRAS PARA NO QUEDARNOS CORTOS. Y ya está, ni cursos de ecología, ni artículos sobre los plásticos ni nada en concreto. Todo ETÉREO Y PRIMORDIAL.
Y, sobre todo: si la contemplación de la naturaleza no te inspira la planta primordial, (¡Ojo! ¡Que a mí me ha inspirado la mujer primordial, y me la he inventado yo!- me respondo a mí misma, airada) siempre la contemplación te puede inspirar alguna acción. Y a veces una acción vale más que mil palabras, performers.