Poesía visual sobre el café/ Visuelle Poesie über Kaffee

Pública

En este trabajo, recorro un poema que escribo a ciegas, medio dormida, igual que el que fue base de la performance de performance que hice en La Capella (Estoy caminando por un desierto), lo dibujo, y mientras me tranquilizo, «deshago» la rigidez de las palabras y me pierdo en él, me doy cuenta de que la búsqueda es lo mismo para todos: es la búsqueda de unas reglas de juego que se están perdiendo a marchas forzadas por los grandes cambios que estamos viviendo.

Concepto

Mientras unos se aferran a las nubes del pasado, otros tratan de construir nuevas nubes, pero no se ponen de acuerdo; es muy difícil generar esas nuevas nubes… Cada nube es una propuesta, no es una construcción sobre otra anterior. De manera que si no es validada por el otro, produce una horrible sensación de invalidez y entonces se corta todo el proceso constructivo. Además, lo que uno construye sólo tendrá validez si lo que construye el de enfrente no la tiene, porque son construcciones antagónicas. 

Por ese motivo, los «me gusta» que inventó el mundo virtual no eran, para nada, arbitrarios: eran validaciones. Otra cosa es que haya habido quienes hayan boicoteado ese juego lícito de validación/invalidación mutua haciéndose con unas reglas no lícitas pero que funcionan; no lícitas porque violentan el juego y lo dirigen desde arriba. Entonces aparecen los otros, en el mundo material (¡Llamémosle material de una vez por todas!) que también lo dirigen desde arriba, continuando la tradición humana más antigua, haciendo del hecho de que sea tradición el motivo de su validación.

En este contexto, es tal la fragilidad que lo único que compensa es la inmediatez del placer, y hacen falta estímulos para avanzar con esa carencia de fuerza que nos caracteriza a todos. Hacen falta ánimos en forma de café, en forma de aprobación, en forma de refrendo colectivo, en forma de «pulgar hacia arriba». No hay ocasión para el debate, para el diálogo, para la dialéctica, para la individuación; ni siquiera para la compasión. El ser humano está demasiado compadecido de sí mismo como para guardar compasión hacia los demás. 

Inspiración

Estoy muy preocupada por el concepto occidental de respeto. Le doy vueltas y vueltas. Igualmente, juego con todos sus contextos que, en este caso, existen dentro de mí y puede que no sean del todo coincidentes con los del diccionario. Para este otro juego, cojo lápiz y papel.

Proceso de creación

  1. Primero hago el texto
  2. Después, lo pego en Paint, y empiezo a jugar con su «existencia gráfica», podríamos decir.
  3. Lo escribo, lo traduzco y lo oigo. Funciona el «estribillo». Me lo quedo.
  4. Desenvuelvo las ideas. Resulta que son mi tema de siempre.
  5. Sigo jugando con la existencia gráfica hasta que es representativa de lo que quiero.
  6. Encuentro la frase clave y la respuesta a mi pregunta clave.
  7. Compongo el audio. Pienso que también funciona subtitulado y grabado, es el que aparece al principio.
  8. Desenvuelvo en un dibujo cómo veo la idea.

Me ha resultado un proceso demasiado largo. Entre medias, me descentra, precisamente, una petición de validación que iba a tratar sin ese respeto que he llamado «supervivencial».

Texto

  • Hacer el juego es el único juego.
    • Sólo compensa el café.
  • El ser es. El no ser no es. Y punto.
    • Sólo  compensa el café.
  • Hacer el juego o no jugar.
    • Sólo  compensa el café.
  • No se sabe si la falta de opciones es sinónimo de falta de libertad.
    • Sólo  compensa el café.
  • Vestirse es sinónimo de uniformarse.
    • Sólo compensa el café.
  • Avanzar es avanzar al agotamiento
    • Sólo  compensa el café.
  • Ni idea de qué papel juega uno
    • Sólo compensa el café.
  • No es preciso que la batalla sea campal
    • Sólo compensa el café.
  • Ganar es promesa de pérdida.
    • Sólo compensa el café.
  • El ser es ser guerra y nevada.
    • Sólo compensa el café.
  •  La realidad ha enmudecido.
    • Sólo compensa el café.
  • Descontento como cobertor plástico
    • Sólo compensa el café.
  • Tener fe sólo en el café.
    • Y ya está.

Juego con la sugerencia visual

Bischofberger U (2025) Mi café en polvo (Mi café en polvo que simula café en mi mesa plástica que simula madera dibujado de forma que querría haber simulado 3D)

Juegos con la existencia gráfica del texto

Para jugar con esa existencia, no puedo prescindir de su contexto gráfico, que es el contexto digital. Entonces «salen» (por sí mismas) todas estas cosas (obras, procesos).

Bischofberger U (2025) Mi café en polvo escrito con collage (Collage)

Bischofberger U (2025) «Sólo compensa» roto (Simulación de png)

Bischofberger U (2025) Poesía visual: sólo compensa el café (Arte digital que juega con inesperadas reacciones del sistema automático, cuyo proceso concretaré cuando se me asiente un poco).

Todos estos son bocetos, no me acaban de convencer. Lo que estoy buscando es una representación gráfica que haga honor a mi texto, y al final la que queda es la que está en portada, a la que llamo Poesía visual sobre el café/ Visuelle Poesie über Kaffee. Puede ser que mi sensación de satisfacción se deba no a su valor objetivo, sino a mi propia sensación positiva porque he descubierto, en este proceso, esto:

Juego con la traducción y le doy formato

Lo traduzco al alemán, ¿por qué?, porque ya el otro día traduje «yo no sé» al francés, ahora me espera el alemán. Son mis idiomas próximos, de mi entorno cultural próximo que no es el inglés. Pero no lo traduzco y retraduzco muchas veces, para verificar que hay una correspondencia entre las versiones de las dos lenguas: me conformo con la primera traducción porque quiero que permanezca. Porque ha dado la casualidad de que ha traducido «compensa» como «iguala», lo cual me gusta.
Ahora ¿Qué me sugiere el texto que he escrito?
– Nieve y guerra, nieve como glacial igualación, como por ejemplo considero (tal vez de forma prepotente por mi parte, y por tanto no respetuosa) el concepto de «percepto» en arte, abstracciones vacías.
– Mi torpeza, y la falta de las habilidades de las que habla Bertolt Brecht: cinco dificultades para escribir la verdad.
– Café como ilícita anfetamina dada a los ejércitos en guerra.
– El único juego no es único porque sea autoritario, es único porque estamos en un período de transición del modo de reproducción no sólo de la cultura: de la propia civilización. El único arbitrario que se quiere imponer sin sentido es el juego del pasado, que tiene fecha de caducidad.
GUERRA ha sido mi preocupación desde hace más de un año, cada vez que había vacaciones mi cabeza giraba hacia ahí.
– «Avanzar hasta el agotamiento» me sugiere lo que yo hago.
– Café que me da fuerza, porque estoy muy cansada, y me posibilita tener la memoria a corto plazo que necesito para cada entrada.
– Etc. Texto muy sugerente en mi opinión.
– Incapacidad para salir del principio de no contradicción en esta dinámica.

Das Spiel zu spielen ist das einzige Spiel.
Nur Kaffee gleicht aus.
Sein ist. Nichtsein ist nicht. Punkt.
Nur Kaffee gleicht aus.
Das Spiel spielen oder nicht spielen.
Nur Kaffee gleicht aus.
Es ist nicht bekannt, ob der Mangel an Optionen gleichbedeutend mit einem Mangel an Freiheit ist.
Nur Kaffee gleicht aus.
Anziehen ist gleichbedeutend mit dem Tragen einer Uniform. Nur Kaffee gleicht aus. Vorwärtsgehen bedeutet, bis zur Erschöpfung voranzuschreiten.
Nur Kaffee gleicht aus.
Keine Ahnung, welche Rolle man spielt.
Nur Kaffee gleicht aus.
Die Schlacht muss nicht ausgetragen werden.
Nur Kaffee gleicht aus.
Gewinnen ist das Versprechen von Verlust.
Nur Kaffee gleicht aus.
Sein ist Krieg und Schneefall.
Nur Kaffee gleicht aus.

Consigo lo que buscaba

Por fin, puedo expresar y entender lo que buscaba: una nueva definición del concepto de «respeto», al hilo, también, de una idea muy importante que he tenido estos días. Lo convencional no es arbitrario. No lo es no sólo porque tiene una historia (historia que se ha caído por el camino, por lo que ya no significa) sino también por su gran utilidad porque es una forma de garantizar la empatía. Por tanto, lo convencional (que me he sacudido toda la vida con fiereza) merece una consideración cuidadosa que, hasta el momento, no le he dado. 

Para hacer este cartel, utilizo el cuadro que me dio Copilot, de lo que me siento orgullosa (aunque no sé si me he distraído y tendrá fallos) y también muy contenta con el nuevo efecto que he descubierto de la rotación del pincel de acuarela.

Y como «brut» que soy, no puede faltar un autorretrato denigratorio (no puedo evitar construir facciones humanas por doquier, hacerles caso y completarlas sólo es una opción que sigo a modo de protesta).

Bischofberger U (2025) Autorretrato denigratorio (Ésta soy yo, se demuestra que «soy una idiota», pero «que el resto no lo sea está por demostrar», la verdad.)

El audio

Lo uso a modo de confirmación. Si funciona, es que funciona la idea. Y sí,  funciona, porque «Nur Kaffee gleicht aus» suena fortísimo, tiene que ser así.

Tarea pendiente:  ejemplificar, referir a referentes reales, mirarlos en la web, cortarlos, pegarlos para seguir el esquema que hice aquí.

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