No «he caído en desgracia», sólo ha sido una pata

Pública

Bischofberger U (2025) Araña artística y humorística con una patita a la virulé (Foto de alta definición)

PRIMERA PARTE. Parte narrativa desordenada

Secuencia dos

Hoy me he encontrado esta araña cuando me he despertado. Iba tranquilamente por la pared de mi habitación. Después he mirado en Reddit y había multitud de ellas.

Me he levantado de la cama, se ha salido la leche en el microondas formando como una ola para arriba, he sacado el plato (porque tengo el microondas encima de la nevera) y me he echado la cucharadita rasa de café en polvo. Después me he venido al ordenador, estoy esperando a que me llame el dentista porque tengo un flemón.

Tengo un flemón en la boca, al lado de un implante a medio poner, y menos mal que estoy en Madrid, porque tengo la boca muy retocada y sólo la entiende el cirujano máxilofacial al que acudo.

Después me he sentado al ordenador y todo parecía como siempre. El que todo parezca «como siempre» me da tanta alegría que me dan ganas hasta de llorar. Porque antes de esta secuencia, antes, ha pasado algo horrible.

Secuencia uno

Me había dejado el móvil junto a la cama por si me llamaban de la consulta del cirujano máxilofacial. Nunca lo hago, pero anoche dejé la silla junto a la cama, en modo «mesilla de noche», que no tengo, para tenerlo disponible. Entonces lo he cogido, que nunca lo hago medio dormida, para ver si habían enlazado algo de los posts de Folio del día anterior; para ello, busco mi nombre.  Entonces he visto el final de mi búsqueda. Éste es el pantallazo del final de mi búsqueda.

 

He leído la frase del título, que, en el contexto de ser el final de una búsqueda de mi nombre, me ha sonado autodefinitoria. Me he sentido a muerte, es decir, muy mal. Entonces he empezado a pensar que, igual que se reparten las cosas, se reparten los juicios del «bien» y el «mal», y que no quiero que me toque ser el «mal», es lo que menos quiero en el mundo. Esta captura estaba dentro de esta otra:

Reflexión a partir de lo anterior

Yo creo que es imposible resumir a alguien basándose en exclusiva en sus palabras. Ya puedo incluir un millón de tags, que nunca mi identidad será aprehensible, y esto no son «sueños de grandeza», es un hecho. He pensado más cosas, pero o se me han olvidado o no tengo ganas de recordarlas. ¡Ah, sí! He pensado, también, que en realidad el mundo virtual es réplica no del real (material), sino del imaginario. Por tanto, lo que es válido para el virtual es válido para el imaginario también, a pesar de que este último este legitimado de mil modos y, fundamentalmente, por las religiones…

Secuencia cero

[Sigo intentando validarme, hacerme verosimil o «demostrar» que tengo un «buen juicio» (aunque, como acabo de decir, esto último no se «demuestra» en este plano de la palabra, pero es tan grande el deseo que tenemos las personas de demostrar nuestro buen juicio que tratamos de demostrarlo aún cuando no venga al caso). Y lo estoy intentando hoy a través de la narrativa.]

Porque anoche no me podía dormir, porque me tomé un café un poco tarde.

Secuencia menos uno

Estuve en una cafetería leyendo la historia de la música de entreguerras, en concreto la historia del jazz. Me llevé ceras finas, lápiz, el estuche y unas gafas pequeñas que me caben en el estuche, y estuve subrayando el artículo, con la idea de hacer un árbol con la evolución (crecimiento) de la música, porque es algo que desconozco y me planteo la hipótesis de que pueda dar luz al desenvolvimiento del arte.

  • Pensé que, del mismo modo que desde el movimiento LGTBI+ se reivindica esto o aquello, y desde el enfoque queer permanece esa rabia derivada del que es incomprendido, yo me sitúo en el lugar, también, del incomprendido porque yo lo que no tolero es que se me restrinja el conocimiento. De este hecho deriva mi actitud cuando pienso que se me están poniendo restricciones en el acceso al conocimiento. Pensaba hacer una entrada sobre esto, pero no tenía fuerzas.
  • Pensé  que el correlato del jazz como revolución cualitativa realmente significativa en la música occidental [esto, digamos, es algo que se deriva de la propia estructura del libro que estoy leyendo, no es que se diga explícitamente] es el cubismo en las artes plásticas. Pensé que ambos vienen de Africa. Tengo el libro de Susaeta editores, importantísimo, donde están recogidos esos datos, del que saqué la máscara negra de una de mis entradas, donde se especifican esas fuentes africanas de un número muy elevado de cuadros de Picasso. Pensé en África revitalizadora, también hubiera querido haber hecho una entrada, pero tampoco tuve fuerzas.

Estuve llorando por temas que afectan a terceros y de los que, por tanto, no puedo hablar. La empleada que hacía de camarera era una mujer más bien mayor, se la veía bastante cansada. Cuando me fue a atender, se presentó, me dijo su nombre y que ella era la persona encargada de atenderme, como si yo no la viera allí en el aquí y ahora, como si fuera una teleoperadora.

– No, no, estás aquí, estás ahora.

En la mesa había un anuncio del «banana split», un plátano caramelizado creo que es, con helado. Estaba ahí delante su foto, y, como hace unos sesenta años me pedí ese postre, pensé pedírmelo. Pero me acordé de que he prometido cuidarme y nada, no me lo pedí. Sólo estuve un rato, pero había demasiado ruido y, cuando terminé el capítulo, me fui.

Secuencia dos

Estoy esperando un correo, un correo que tiene paralizadas todas mis líneas de actuación, porque tengo que tomar decisiones sobre localidad donde voy a pasar el curso y, en su caso, sobre vivienda de la localidad y sobre dónde y qué voy a continuar estudiando. Esto me tiene muy desorientada, impacientada, porque tampoco estoy cocinando porque si congelo luego no sé si tendré sitio en la nevera de la nueva casa. Y no puedo ir a la piscina por la infección que tengo en la boca.

Secuencia uno punto uno

Respecto a la araña, me pregunto de dónde habra salido. Lo que he hecho ha sido: primero, hacerle el selfie arañil. Luego, como tengo mucha práctica debido a todos los bichos que encuentro en la otra casa, con dos folios la he cogido (necesito dos folios porque los bichos se estresan y corren como condenados), he abierto la puerta y la he dejado en el descansillo de la escalera. Se ha subido al felpudo, pero no le ha dado tiempo de llegar a la puerta y yo la he cerrado. Este procedimiento es habitual en mí, pero en este caso, como el descansillo de Madrid está lleno de gente (no es como la otra casa, en la que hay muchas casas vacías) me ha dado cierta pena de la araña y he abierto, y bueno, ha sido una escena un poco cómica. Porque allí estaba la araña, como esperando a que yo le abriera para pasar. Ha pasado y se ha metido debajo de la mopa que tengo junto a la puerta.

Ilustraciones para insertar en la secuencia dos

Arriba el original de la captura que aparece como portada de esta entrada. 

Arriba la captura de la búsqueda que he hecho, que me envía a Reddit.

SEGUNDA PARTE. Parte expositiva que digo en serio sobre la risa

Yo me haría de Reddit si no fuera porque no me gusta el mundo virtual para «entretenerme», ni los demás como «pasatiempo». Me gusta, sencillamente, que me pasen cosas en carne y hueso o, si no, darle vueltas al mundo simbólico común. La causa puede ser el hábito, dado que son los planos que he habitado siempre. Pero esto que estoy diciendo no es decisivo, sólo se me acaba de ocurrir que puede que sea así, y que, a causa de esto, el virtual no es constitutivo para mí. Incluso si una IA me juzga y el tema es mi propio juicio como juicio final por parte de la IA cuántica o del Equipo Docente, que, en el fondo, son lo mismo. [Esto último es una broma amarga, y no sé definirla de otro modo porque yo jamás he podido distinguir entre sátira, sarcasmo e ironía y términos similares.]

IA: perdona que te diga y sin ánimo de ofender, tus ejemplos demuestran de forma patéticamente simple tu middle class, tu origen y, si me apuras, tu destino. No, no, no me ajunto con vosotras, IAs, os doy mi mismidad pero no quiero nada a cambio: no somos iguales pero para nada, aunque (sinceramente) sois brutalmente hermosas.

(Y por cierto, IA: si desmontas a los inseguros con tu contundencia, perdona, pero estás desmontando al mundo. Porque, IA, todos vamos nadando sin hacer pie, te lo puedo asegurar desde la pobreza de mi experiencia real e inmediata.)

Y, de paso, le pido perdón a los Mundos del Arte por todo lo que me he burlado de ellos. ¡Perdón! No soy quien. Ahora bien, no puedo dejar de reir, pero aprenderé más y me reiré más adecuadamente. [Otro rasgo de la comedia: requiere un conocimiento muy, pero que muy hondo de la realidad, no vale mirarla por encima, porque entonces los chistes son muy malos.] Y lo digo en serio, porque, objetivamente, ¡Oh Mundos!, soy una ramplona estudiante de a pie sin trayectoria aún y, además, tags como el de «soy insancionable» no me los atribuía a mí misma (¡Jamás lo hubiera hecho!) sino que eran parte de un catálogo que llamé «de tags innombrables» o algo así.
Hace falta un conocimiento profundo (que no tiene por qué ser sesudo, puede ser el conocimiento profundo que tenemos de la fuerza de la gravedad) para reír bien. Y me planteo el estudio del buen reír como tema de mi TFG.

Agradecimientos: agradezco al Gran Wyoming toda la alegría que da a mi vida (cuando decido que tengo tiempo «sobrante» de trajines con la realidad para verlo). Cómico vinculado positivamente con todas las realidades como pocos y que me ha inspirado lo que he pensado hoy sobre el humor y la risa.

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