La identidad plúmbea y otros breves sobre la Era Digital

Pública

Identidad plúmbea. ¿En la Era Digital la identidad está sólo fragmentada? No, también tiene otras peculiaridades, está extendida en el tiempo, es permanente. Eres el que eres hoy, el que fuiste ayer, el que fuiste hace un año, el que fuiste hace diez. Eres siempre y no puedes dejar de ser. La identidad se vive como censora de sí misma, como identidad que te persigue. La identidad como huella indeleble. La identidad sin pasado en realidad, porque el pasado se difumina, pero el tuyo es un pasado presente para siempre.

 

Bischofberber U (2025) Génesis de la identidad plúmbea.

Mundo sexualizado y reinvención del sexo. ¿Cómo se llama el «padre (madre) queer»? ¿Existe? ¿Qué papel desempeña en la formación del ideal del yo (¿masculino? ¿femenino?)? ¿Como es Edipo (¿es Edipo o Electra?) enamorado de la madre (padre) queer? Se funden, como el algodón dulce en agua, los constructos bizarros, demostrados paranoicamente (con un método de contrastación paranoica) en mentes previamente entrenadas para verlos (¿Y demostrarlos en demostración científico-paranoica?) y queda desnudo un mundo sexualizado sin sexo y sin cabeza, la gran premonición freudiana. Sexo que se mira y no se toca. Sexo que excita en cuanto visión. Sexo que excita como poder porque es un sexo que no existe como sexo.

Bischofberger U (2025) El mundo sexualizado.  

La obra artística inconexa. Lo obra como roto. La obra como salpicadura. Dibujas o hablas en un gran mural de software, y tu dibujo o tus palabras llegan y salpican, quedan fragmentadas. Forman un dibujo que no es el tuyo,  sino que, agregado al gran mural, forma una figura que es la que dibujaste pero no es la que dibujaste. Toda obra es así: la obra filosófica, la política, la científica. Toda.

Es lo que hay. 
Una red plástica. 

Bischofberger U (2025) Es lo que hay.

 

Un salto equiparable. No es apocalipsis. Es la invención del hacha de sílex, un salto equiparable. Es la humanidad saliendo de sí y entrando en más humanidad construida de otro modo, ay, donde tú, yo, seremos seres de la prehistoria de esa nueva humanidad. ¡Un poco de pena sí que me da mi extinción! Y un poco de miedo por lo que me dejo aquí, también…

El enternecedor pasado remoto que ya es hoy.
El enternecedor pasado remoto que eres, que soy. Y lo felices que fuimos también.

Tú ahí, tan bonita.

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