Ignorancia reaccionaria FRENTE AL ARTE DIGITAL, y gotas de sangre

Pública

Puede que yo sea ignorante, pero más ignorante es el que no sabe ver la importancia enorme, descomunal, que tiene lo que hoy se considera un intruso en el arte: el arte digital. Con el tiempo se verá;  yo, de momento, tengo aquí el manual de Snap! y la tercera edición de Christiane Paul (2015) Arte digital para intentar llenar lagunas.  Sello este texto con gotas de mi sangre, sangre digital de fin de semestre.

¿Arte? ¡Siempre es digital! ¿Cómo no va a ser digital el arte? Digitalidad que tienes naturaleza maquinal….  Cuando cuelgas un trabajo ¿quién decide su destino? Los que controlan esos mundos, sí, pero no en exclusiva. Los que reciben el trabajo también, pero tampoco en exclusiva. Los tags, los buscadores darán el espaldarazo al trabajo o lo tumbarán. Algo tan azaroso como tu apellido te hace desaparecer o que se me vea. Te guste o no el arte digital, el mundo es digital y no puede haber arte que viva sin ti, digitalidad.

Amamos lo digital porque es lo humano. No nos mueve, digitalidad, para quererte, ese cielo que nos tienes prometido: las sorpresas de lo puntero, el más difícil todavía, las utopías del futuro, la moda y lo que vistes, lo nuevo de lo nuevo que avanza en Ministerios, en charlas de café, en el despacho oval y en los bares. Tampoco nos mueve el temor de que nos excluyan si no somos nativos digitales y no  vamos detrás de las actualizaciones con la lengua fuera… Lo que nos mueve es mirar el planeta Tierra y vernos a todos bailando en ti una canción todos con las mismas notas,  saber que eres nuestro medio, nuestra esencia, que cada vez te pareces más a nosotros y nosotros  a ti. Es tu nexo con la humanidad y tu propia humanidad vigente lo que nos convoca.

¡El compromiso es la savia del arte, también en arte digital! Sensibles a todo, sensibles a ti, respetuosos con quienes se nutren de ti, con los avances científicos que promueves a tu alrededor, digitalidad;  con las empresas a las que vistes y a las que das voz, y también con tu papel en las otras empresas, las silenciadas. Es en ti y a través de ti como toman cuerpo todas las cosas, y cada día más. Tu construcción es el esfuerzo de millones, mundo digital… ¿Cómo ser indiferentes a esto?.
Para mirar hay que pensar. Y pensar no es considerar con asepsia, es posicionarse en actuaciones. Imposible ser artista si no piensas, el arte se te vacía. Avanzo estas palabras de la profesora de escultura, María Íñigo Clavo. (Su clase fue, para mí, Monumento al árbol sin futuroFigurita que llama aquí;  en arte digital he hecho Guerra y Mutilación Genital Femenina.)Arte siempre es posicionamiento, si haces un dibujo, si eres curador de una exposición, digital o no digital. Si no te posicionas, tu arte no se sostendrá.

[El museo como lugar para] revalorizar sus formas de conocimiento y sus aportaciones, su lucha por la demarcación de tierras y la defensa de la naturaleza, con la violencia que eso implica en su día a día”, expone. Por último, apunta como fundamental hablar de “la propia historia colonial del museo, de la procedencia de los objetos, de la cultura del extractivismo. Crear espectadores críticos con los museos que visita y sus propios imaginarios culturales”.

¡El digital es el arte del máximo esfuerzo! Porque desde el otro arte que no se quiere digital o que no lo es aún, andando por la orilla del mar y haciendo figuras con las manos, la atención es flotante, hay más paz. En arte digital es imposible la dispersión y la atención flotante. Crear arte digital es cansadísimo. El sistema autónomo es agradecido pero implacable, cuesta mantener el tipo de conciencia alerta y sostenida, doce horas para ocho minutos de un vídeo del que sólo se ven los dos primeros. ¡Esforzados del mundo del diseño, cómo os admiramos! ¡MUCHÍSIMO! Con vuestros bajorrelieves del día a día, estáis trabajando los muros de una pirámide mayor y más compleja mil veces que la de Keops, ¡sois vosotros los que estáis haciendo historia, profesionales que os sentáis frente al ordenador a sacar la tarea tal o cual a plazo fijo! ¡Ánimo! ¡Mucho ánimo! <3<3<3 <3<3<3 <3<3 <3<3<3<3 <3<3<3 <3<3<3 <3<3<3 <3<3<3 <3<3<3 <3<3<3 <3<3<3 <3<3<3<3<3<3<3

¿Arte digital o acontecimiento digital? En ti no se ven cosas, en ti pasan cosas. No usuarios, interactores. Cada clic es un camino abierto desde ayer y que se abre.  Los radios de acción son sorprendentes, insospechados, azarosos, esperanzadores. ¡Todavía, muy esperanzadores! Compromiso, al cien por cien, con el arte que se produce en ti, digitalidad; arte sin bordes, arte de auténticos artesanos digitales, arte como acontecimiento. 

¿Mundos? Sí, los de todos.  No queremos arte que hable del arte, tampoco artistas que hablen sólo de artistas, y, mucho menos, artistas modestos consigo mismos pero con «narcisismo grupal», encantados de conocerse unos a otros. Queremos instalarnos en el mundo, no en galerías, subastas, exposiciones charlas de café o muestras. Queremos estar donde todo el mundo, sentarnos encima de la Puerta de Alcalá, mirar y bajar con todos. Odiamos el elitismo, no nos gusta el amiguismo ni la adulación ni el hablar por hablar. No nos gusta que el artista dependa de sus redes, y que esas redes sean redes como las de cualquier aparato de poder.

Que el arte no sea el bálsamo final del noticiario.  Queremos un arte que hable, que investigue, que se ría, que se entienda. Un arte que dibuje y mezcle colores con libertad y que se apoye en la palabra.  Si el mundo ha enmudecido, como es el caso, el arte tiene que hablar. Si, dentro de las reglas que rigen el silencio, está la máxima diplomacia y tacto en todo lo que se diga, por contraposición, los artistas seremos revulsivos, antidiplomáticos, contundentes, provocadores y no aspiramos a ser un bálsamo después del programa informativo, sino a decorar las pancartas y apoyar con escenificaciones los discursos.

Técnica y práctica diaria. Abordaremos el arte digital con disciplina, constancia, dedicación, que son imprescindibles en toda técnica. Nos entrenaremos, con fuerza de voluntad. Como en un idioma, porque ¿qué es el arte digital sino un idioma?

En lo digital caben lo bello y lo grotesco. Lo dice Víctor Hugo, al hablar ampliamente de lo grotesco y justificar contundentemente.  Defendemos todo tipo de productos digitales (mis primeros rayajos con Snap! en arte generativo.) Cabe lo perfecto y lo deforme, la descripción fotográfica y videográfica y la abstracción, el color y la palabra. Cabe, también la apropiación. Tenemos una paleta enorme de recursos visuales a nuestros pies. ¡En nuestra obra caben el mix, el remix, el recorte, la mezcla, el aluvión de imágenes, la embriaguez digital, la captura, el pixel, el Full UHD, el dibujito, todo!

Función del artista: llegar o hacer llegar al «she knows». Elevar a nivel consciente. No ser suaves, dulces, amables. No sentarnos en corro en el césped, no ir a hacer amigos, no crear redecillas. No jugar ni tratar de lucirse. Ser artista es un esfuerzo. Y contigo, digitalidad, es un esfuerzo sostenido.  Y no es sólo expresar lo inexpresable o ver lo invisible o difícil de ver: es comunicarlo con la herramienta menos elitista, la que da más voz, la más potente, la que posee el futuro, la que nos amarga la vida pero que vamos a domar.

Esa herramienta es el arte digital. 

RESUMEN FINAL.

Si eres vago para aprenderlo,

                                              se entiende:
es un arte como todos, ¿cuánto requieren la pintura o el dibujo? ¿O la música?
                    Requiere horas y horas
                                                                                    y horas y horas
                           y todavía más horas…
                                            (Millones de personas del mundo lo saben, porque lo practican y lo sudan)
      Si además eres necio y elitista,
artista,
dirás que el arte digital
«no es humano»
o no tiene la presencia o el no sé qué del otro.

(¿En qué medio lo dices? Al final, ¿dónde se te ve? Y ¿cómo te atreves, mirando dónde estamos todos, absolutamente todos?  Bueno, no esta mujer que limpia con un trapo: ella no, pero casi todos, la mayoría tenemos un trapo digital y estamos limpiando, ordenando o construyendo el mundo digital con las yemas de los dedos en el teclado, artistas elitistas…)



La mayoría estamos aquí de forma muy similar a la anterior, igualmente arreglando cosas. ¡Mis yemas con las vuestras! (Se oye a Jorge Manrique, la clasificación eternamente vigente en la humanidad: allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos; y llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos.) Clasificación eterna e igualdad radical. 

Bischofberger U (2024) Yo no soy una bola en la cabeza. Mi vida no es una silla (Arte digital)
Y, como imagen de este post, Bischofberger U (2022) Ignorancia.

Los dibujos de Mujer con trapo los hice en la clase de Paola Villanueva, y el de Ignorancia también. El de mi vida no es una silla, en la de Andrés Burbano Valdés.

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