
Como ya no tengo el amplio libro de Norman Mailer que, en tiempos, leí (1), no puedo acreditar lo que digo, pero recuerdo haber leído cómo iba de familia en familia en su infancia, sin echar raíces en ninguna; cómo se miraba horas y horas al espejo; y cómo, sucesivamente, estuvo en manos de éste y del otro, sin tampoco echar raíces. Y su caligrafía ordenada y arrancada de sí misma, alta, inclinada. No lo leí propiamente: como siempre, lo leí salteado, busqué y encontré lo que quería.
Bischofberger U (2025) Borrador de llave del cuerpo que se coloniza (Collage con la foto y letra de la gran colonizada)
2. Encuentro de la piel y el espejo. Se buscaba y se encontró en el sitio equivocado, en el único lugar que compartía con los demás: la piel, la imagen que producía su cuerpo, su propia «imagen retiniana» (llamando así a la física, justo lo que se ve con los ojos), la imagen retiniana de sí misma, el único lugar que, aunque no suyo (porque para nada era suyo) podría haber dado una respuesta al «quién soy yo» y «porqué me ocurre esto». Se encontró en el espejo.
Bischofberger U (2025) El espejo (Collage)
3. Ver o no ver «lo prescrito». Pero, ¡pobre criatura crecida fuera de sí!, lo que veía que le gustaba era lo prescrito. Lo prescrito que resultaba «agradable» y «posible». El deber ser, una vez más, que, como esa espuela que la golpeaba malamente en la infancia, venía de no se sabe dónde a marcar lo que podía y no podía ser. Se quedó, así, con aquello que veía que estaba dentro de lo prescrito, y buscó lo demás por todos los medios.
Bischofberger U (2025) Norma Jean (joven): trabajo de diseño corporal (Recorte de Diseño Corporal. V. infra)
Diseño corporal realizado por la artista del aspecto del cuerpo llamada Norma Jean.
Bischofberger U (2025) Diseño corporal. (Collage)
4. Colonizada por la industria cinematográfica que le quita su nombre tintineante y la hace llamarse Rose en esta película.
Esta imagen, una imagen del «deber ser» en lenguaje «aquí mi cuerpo», el cuerpo definitivamente colonizado, el cuerpo diseñado detalle a detalle para gustar, el cuerpo que dejó de ser su cuerpo para convertirse en El Cuerpo, El Cuerpo por excelencia de aquellos entre los que creció y por los cuales era espoleada, El Cuerpo Colonizado.
- Primero, colonizado por las propias prescripciones de su propio trabajo de diseño.
- Segundo, colonizado por la foto. ¡La foto estrella de la estrella entre las estrellas!
Bischofberger U (2025) Sigues sin encajar (Adaptación de la foto Monroe en Niágara, de Bettman, de la que se apropió el Arte del que Formo Parte) (2)
5. Y recolonizada por el fresco de Warhol (1964) Shot Sage Blue Marilyn
La ha coloreado. La he modificado.
6. Y, por último, aquí
Bischofberger U (2025) Arte Formo Mundo del que el Parte
Bischofberger U (2025) Las otras masas, 184,5 millones (Collage basado en una captura de este sitio, en el minuto 0.02, y de una obra propia que no encuentro, porque no encuentro nada, tengo un desbarajuste impresionante, IA).
7. Humo negro en el Mundo del Arte
Bischofberger U (2025) Humo negro en el mundo del arte (Arte digital)
8. Todo empezó aquí
(1) Porque tuve que deshacerme de buena parte de mi biblioteca por respeto a la de mi madre o sea para no deshacerme de la de mi madre, e integrar las dos, la mía y la de mi madre, en una mudanza de novecientos kilómetros en la que convertí la vivienda del Noroeste en almacén de todo aquello sin valor de mercado de lo que me hice responsable al morir mi madre, por respeto a las pequeñas cosas que mi madre tenía, porque la otra parte se llevó «joyas, pieles y papeles significativos», yo las pequeñas cosas que igualmente respeté y tuve que trasladar desde el sol del Sureste español a la niebla del Noroeste porque mi responsabilidad respecto a mi descendencia, vulnerada y pisoteada por otros responsables de la misma que me escupían de modo invisible llenándome de gapos invisibles, me había llevado, a la vez, a trasladarme arrendada al Sureste, pero dado que en el espacio comprado del Noroeste no cabía nada y yo carecía de medios para trasladar tanto libro tuve que arrancarlos como escamas primero, como pieles después, como trozos de carne, como arterias y venas que, como los nervios de un filete, no salían, todos, tantos arrancados de mí, fshhh, fshhh, tantos desautorizados por no hacerlo con los de mi madre, [¡mis libros subrayados a trozos! ¡Mis pequeñas notas! ¡Mis tímidos intentos, como siempre, de aprender! ¡Los papelitos que les metía! ¿Este autor? Ya no vale. ¿Este libro? Ya no lo consultaré], todos impíamente pisoteados en medio de la desesperación furiosa sin categorizar que ha sido protagonista en mi corazón arramblando con todo, y así fueron a parar a un contenedor sin piedad el día en que empaquetaba todo porque no me llegaba para contratar ese servicio y vi que no me cabían -y luego emprendí ese viaje de novecientos cincuenta kilómetros metida en el propio camión del mudancero para economizar, que me estafó las sillas talladas que le hicieron a mi madre cuando estuvo dando clases particulares en aquel pueblo donde mi hermana y mis primas y yo dormíamos en la misma cama junto a la pared humedecida porque no había para más y hacíamos pis en cuclillas en la parte de delante de la escuela con goteras de doña Hilaria, aunque al final lo que ocurrió fue que fue para bien, las podas siempre son para bien, y el ejemplo del catedrático que vivía cerca de la autónoma con la casa llena de libros sin leer fue decisivo para tomar tal decisión, valiente como siempre, arriesgada como siempre, dolorosa como casi siempre.
(2) Esta es el lugar de la imagen, una imagen que no está disponible hasta que yo cumpla cien años Dios mediante, en 2059.
Bischofberger U (2025) El lugar de la foto de la que se apropió el arte no está accesible (Collage basado en una captura de este sitio web.)
9. Y, respecto a mí…
Bischofberger U (2025) Intentando ser en espejo (Collage)