¿Soy artista? Por todas las partes menos por una

Pública

La parte en la que no soy artista.

Reconozco que me merezco que me cuestionen porque «artista artista» no soy pero sólo por la parte de mi pie: por la parte de mi pie no soy artista y lo admito humildemente. Porque, haciendo una regla de tres, mi pie es a un pie entaconado lo que un «quesito del tipo en porciones para el recreo y aplastado en la mochila» es a un queso azul de Cabrales. Ese ser de mi pie que no es artista en absoluto es lo que retrato en esta foto que le dedico a mi pie en su versión ataviada con calcetines y sandalias gallegas.


Bischofberger U (2025) Pie tipo quesito en porciones (Foto de alta definición de dicha parte.)
Subtítulo: la parte no artística de mi ser. 

Las partes en las que sí soy artista.

Por mi tesón en la hibridación palabra imagen, ¡soy artista!

Por la significatividad de que doto a toda imagen, por su ambición de expresividad ¡soy artista!

Porque estoy situada y fieramente aferrada al mundo de lo posible ¡soy artista!

Por la libertad con la que hablo (y en la que me deja hablar el Folio de la UOC), por lo que arriesgo mi pellejo por el de todos y porque lo hago por amor al arte, ¡soy artista!

Por ser una depredadora nata;  por ir por el mundo depredando imágenes, sonidos, situaciones y poniendo signos de interrogación en todos los conceptos ¡soy artista!

¿Que digo alguna tontería que otra? ¿Que a veces me salen hechas un churro las cosas? ¿Que no me sale siempre? Bueno, pero sigo y sigo y sigo. ¿Por qué? Porque ¡soy artista!

Pero ¿quieren los mundos del arte que haga performances e instalaciones porque creen que así me ayudan a conseguir un estatuto ontológico de artista indubitable? Pues haré performances e instalaciones. Hala. Esta misma tarde hago una performance. Haré una de cada casi todas las semanas, si a mí me da igual… Pero lo que no voy a hacer es soportar los mundos del arte porque mi temperamento antidiplomático y Franco desfallecería y yo moriría aplastada como esa cucaracha que soy desde que leí a Kafka.

Adaptación del Dolmen de Dalí para representar a la artista (que es artista en todas sus partes, salvo los pies) como una piedrecita insignificante en comparación con la piedra enorme que probablemente le caería en la cabeza, aplastándola como a una cucaracha.

Y aquí me pongo también, porque de tan imperceptible no se me ve, convertida en Gregorio Samsa, emparentada con él.

¿Que piensan los mundos del arte que estudiar Derecho te «deconstruye» como artista, pero estudiar TICs intensifica tu artisticidad? ¿Que hablar de leyes te quita poesía mientras hablar de «realidades que te atraviesan, grsss, grssttss» te llena hasta el borde de tu ser de poesía? ¿Que estudiar Tratados Internacionales no es artístico pero hablar de colonialismo es artistico al máximo en esta madrileña que soy? Vale, mundos del arte. Pues os prometo que estudio este Máster en Derechos Fundamentales, el Diploma de Experto en Cultura de Paz y Conflictos Internacionales, el Diploma de Experto en Pueblos Indígenas, Derechos Humanos y Cooperación Internacional, me resumo el libro de Víctor M. Sánchez sobre Derecho Internacional Público tercera edición, me miro la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y os juro, mundos del arte y otros mundos de menos arte, que vuelvo a ser artista en un año y medio cuanto termine -terminaré arruinada económicamente, por cierto. Esto último contribuirá decisivamente a hacerme artista.

¡Hombre, mundos del arte! Exposiciones no hago, lo reconozco. Pero expuesta, estoy;  porque artista, soy. ¿No dijo aquél que el Estado era él? Pues yo igual a mi nivel. Mi exposición soy yo. No creo que haya mucha gente, en el Territorio Nacional Hispano, que haya promovido sin temblarle (casi) el pulso tags como los míos. Y el prototipo de «tag» expuesto fue aquel que lancé en aquella asignatura en la que ni siquiera conseguí una A: el tag «me gusta el ano». A ver qué catedratícos de Arte, Derecho o Tics Tienen Tales Tags, con nombre y dos apellidos. ¿Es exposición lo mío SÍ O NO? ¿Ehhh? ¿Ehhh mundos del arte? Mira qué calladitos os quedáis…
(Si es que mi temperamento es Franco, Franco y Franco. Lo admito, artistas. A veces, no soy fácil de llevar.)

Aparte de todo, lo dice WordPress, que soy artista segurísimo. Se lo dice a Google, aunque Google no lo tenga claro.
¡Mira Google! ¡Mira qué bien dibujo, por cierto! A lo mejor, como sé dibujar coles, me consideras por fin «artista», Google.

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