Mi trayectoria formativa en artes… hasta ahora y a partir de ahora

El día de hoy marca un antes y un despues. Primero, porque por fin tengo WIFI, y he contratado a una persona al que he decidido llamar «tutor de la virtualidad», que me va a hacer un acompañamiento semanal PRESENCIAL (porque es dificilísimo desplazarse por laberintos en los contactos virtuales) en todos los escollos que me voy encontrando. O sea, tengo WIFI y tutor presencial de la virtualidad, que trabajará sin programación previa y a demanda. Este es un oficio que me he inventado (creo). Segundo, porque vuelvo a Snap! para hacer mi trabajo de arte sonoro (por eso enlazo el aula).  Pero antes me distraigo recopilando mi pasado, y diseñando otra vez mi futuro en la universidad de Berkeley. Porque ¡Les tengo que conocer sí o sí! Emocionadísima, contentísima y llevada al máximo, no por mi pobre cerebro, sino por ellos, por Snap! Berkeley. Porque tengo una certeza que no voy a justificar ahora, pero que es mi experiencia directa cuando hago este archivo de sonido.

El principal impedimento que hay para trabajar creatividad con la IA es el humano, no la IA.
El impedimento es el humano controlador y nada flexible.
Mi incomodidad con Snap! partió de ahí.
Ahora lo veo claramente.

Tan fácil de entender como que podemos prever las sucesiones de estímulos, pero prever la percepción (cómo esos estímulos se organizarán, qué forma tendrán una vez desplegados) es poco menos que imposible en muchas áreas.
Porque ya creo que he encontrado mi camino, gracias a las dos asignaturas que considero clave en el Grado en Artes Online y a un objetivo: rentabilizar mi trabajo en el mundo real, no en los mundos estrictamente del arte.

  • Asignatura: Cultura Visual y Nuevos Medios. Crucial, básica para entender la realidad en la que nos movemos.
    • Sobre el sustrato del conocimiento del medio artístico que me dio la asignatura Contextos del Arte. Si no, no hubiera sabido dónde me estaba moviendo.
    • Sobre el sustrato filosófico (esencial y deslumbrante) que me dio la asignatura Materialidad y tecnología. Esto ha sido lo más importante que me ha pasado, respecto a la comprensión del mundo, desde mi adolescencia. Ha sido como darle la vuelta a la tortilla.
    • Sobre el sustrato básico que me dio la asignatura de Historia del Arte, de la fundamentación histórica de los conceptos esenciales del arte y la estética, cuya abstracción del contexto histórico constituye un error.
  • Asignatura: Taller de Programación e Interactividad. Imprescindible para comprender las preguntas del arte contemporáneo. Aterrizaje de la anterior. Esencial para vislumbrar, incluso desde una situación tan de diletante como la de una alumna de artes, las potencialidades creativas de la IA (bastante alejadas de lo que se baraja en los medios) y el «trato» requerido para actualizarlas. Aproximación a una herramienta básica del mundo digital: la programación creativa, con Snap! Berkeley.
    • Me he sentido libre de crear «como me daba la gana» porque he tenido mis talleres de dibujo, de pintura, de escultura, de fotografía, donde se apoyaban muchas opciones, se abrían las posibilidades.
    • Me he sentido obligada a exigirme porque me han exigido.
    • He sabido lo que es lícito y adecuado hacer, se me han abierto caminos gracias a las asignaturas de Proyecto.

Ahora voy a hacer el Master en Historia del Arte Contemporáneo de la UAM Además, la Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley) ofrece programas de estudio de arte online a través de su programa de extensión, UC Berkeley Extension. «Estos programas están diseñados para adaptarse a las necesidades de profesionales en activo y ofrecen una variedad de formatos, incluyendo clases en línea en vivo, cursos de inicio en cualquier momento y cursos con fechas fijas.» Se están moviendo muchísimo estos mundos también, espero adaptarme adecuadamente y estar a la altura. 

Ahora me estoy asustando un poco con el máster del Reina Sofía, pero voy a dar la talla. ¡No os preocupéis, profesores de la UOC! No me comportaré en plan salvaje, lo juro. Llevo el sello de la UOC hasta en las rodilleras. La UOC me ha bautizado, me ha dado las palmaditas para que llore, me ha tomado la temperatura, me ha puesto las vacunas y, bueno, no quiero ser sacrílega como parte de mis propósitos de enmienda, pero me ha dado las hostias virtuales que necesitaba. Yo he gritado, mejor dicho aullado, pero siempre me he recuperado…

Barajaré la identidad resultante de la segunda parte de la primera parte, porque también tengo una primera parte en disciplinas como la música y el arte dramático,  con otros fragmentos de mi identidad de mi futura segunda parte y todo saldrá bien.

Con el máster hecho, terminaré el grado y me formaré en Programación Creativa y en el mundo del diseño… Me tomaré mi litio y haré mi piscina, para que no me asalten ni una locura desatada ni una muerte prematura, Mi tío Hans Bischofberger, maestro de Niederuzwil, vivió más de cien años… Así que ¡claro que podré! He podido con cosas dificilísimas en esta vida, y el Máster no será tan difícil; lo haré a tiempo completo y, como puedo seguir en el Folio, seguiré compartiendo descubrimientos… Y, cuando esté convertida en una persona completamente académica y mis correos sean condensados y congruentes (y no como hasta el curso pasado, caóticos, erráticos, a veces con ácido clorhídrico y sobre todo interminables) volveré a hacer el TFG.

Pero sobre todo, UOC, mi grado online salvador de mi vida (de verdad), recordad: he sido una funcionaria auténticamente ejemplar durante treinta y cinco años de servicio. Trabajo amplísimo, trabajo de calidad, compromiso absoluto y saber estar absolutamente siempre con familias y alumnos. Igual que mi madre lo fue como funcionaria, involucrada en la gestión responsable y los Convenios Internacionales, hasta el extremo de ser condecorada con el lazo de Dama de Isabel la Católica, una condecoración al mérito civil. Igual que mi abuelo, funcionario de hacienda, al que su buen trabajo le costó una denuncia de un «compañero» (por no prestarse a enjuagues) y la vida, era el año 1936. A mí, mis treinta y cinco años de servicio me trajeron, el día de mi jubilación, un bolso de plástico, para el que las compañeras pusieron, creo, diez o no sé si llegó a diez… y gracias. La Administración, chitón.
No me gusta ejercer de hija de, pero menciono a mi madre y a mi abuelo porque ya no sé qué más hacer para avalarme a mí misma, cuando he tenido tantos vientos en contra…

En fin: soy de esas personas que como no crean ellas en sí mismas… Más me vale creer en mí, porque a veces parece que actúo en contra de mí misma. Eso nos pasa a todos, creo. ¡Creo en mí! y tú también… ¡Cree en ti! ¡Contra viento y marea! Creo, creo y creo y hasta la muerte creeré, hecha una pasa seguiré creyendo y no toleraré que me traten mal en las residencias de ancianas.

Despues del absoluto amor a mi trabajo, tenía que empezar otra historia de amor, que ha sido la que ha empezado con vosotros, Universidad Abierta, Universidad de Cataluña.

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