Bischofberger U (2022) Artista visual, ¿sin espacio? ¡No! (Pieza creada con After Effects)
Trasteando en mi espacio digital ¿personal? (No sé… A veces se me pierden las cosas… Está lleno de duendes…) me encuentro con mi yo predigital, y con mi prehistoria digital en sus inicios. Y me alegro de verme. Este trabajo, por ejemplo, que fue el primero que hice con After Effects, ahora me gusta. Más bien, me encanta.
– Primero, porque su enunciado expresa lo que pienso.
– Segundo, porque las imágenes son personales, desde mi avatar (que tampoco sé dónde está) hasta las escaleras mecánicas desplazándose.
– Y, sobre todo, la silueta de la figura sentada.
Mal, profes de arte, cuando vuestras condenas no condenan la falta de esfuerzo, sino el carácter personal de los resultados. Como estos días atras, hoy tampoco me he podido concentrar en los estudios. Como en todo en esta vida, cada paso que uno da le sitúa, y un estudiante está siempre perdido.
O a la inversa: estudia quien está perdido, como yo misma (por poner un ejemplo tan cercano a mí como yo), que siempre estoy perdida. Perdida, perdida por el espacio de aquel del futuro de 1997 que ahora es un pasado tan remoto y de este presente que espera un milagro…
Captura de mi trabajo sobre interactividad hecho con Snap! y titulado Si en la cara oculta de la luna… con ese otro personaje enorme aún superviviente a la profanación, la música y sonido, en este caso la de John Williams, (¡sonido, alivio que nos queda!), en la que cada nota es una palabra y la frase un saludo.
Sólo tienes que hacer clic en las estrellas, si lo abres, para conocer su secreto. Después, se oirá una locución…
¡Ah! Y tienes que descubrir el orden correcto. Y no valen planetas ni estrellas cercanas… Tienes que hacer clic en la naranja, y en Ícaro (la estrella azul), en la rosa, en la marrón (también hay marrones en el mundo estelar, no sólo somos marrones los viejos terrícolas con pretensiones digitales), y también hacer clic en esa estrella borrosa con interrogación que se mueve como un abejorro irritado y que no es que tenga nombre, es que es invisible a los ojos humanos, como lo esencial.