
Siete años atravesando otros mundos que resultan ser el mismo mundo. ¡El mundo del arte! Como el de la religión, ha dejado de ser validante, y en él sólo crecen los que han sido validados de partida, agonizan los que pretenden que se salen de esa máquina que puedo representar así: entramada metálica girando alrededor de algo que nunca toca.
¡LA VIDA!
La Tierra es el tercer planeta en nuestro Sistema Solar, y es el único conocido hasta ahora que alberga vida. Es un planeta rocoso y terrestre, con una superficie sólida y activa. La Tierra tiene una atmósfera compuesta principalmente por nitrógeno y oxígeno, y un 70% de su superficie está cubierta por agua.
La Tierra (del latín Terra, deidad romana equivalente a Gea, diosa griega de la feminidad y la fecundidad) es un planeta del sistema solar que gira alrededor de su estrella —el Sol— en la tercera órbita más interna. Es el más denso y el quinto mayor de los ocho planetas del sistema solar.
[Aquella profesora que decía que no estaba bien citar a Wikipedia y que me puso un 3.5.
Wikipedia: te adoro, y gracias. Y contribuiré en cuanto me arregle el diente.]
YO soy lo único vivo que toco. Lo demás es casi una simulación. YO no soy mi diagnóstico. Nadie puede querer ser su diagnóstico. Ninguna obra de arte puede querer ser interpretada desde el sujeto, ningúna puede responder a las determinaciones del sujeto. Todas tienen la pretensión de responder a la realidad.
Google Earth.
La obra de arte realista.
Google Earth, bien por ti.
Google Earth: infravalorada por todos. Perdón, perdón, perdón.
YO soy lo único que se autovalida sin cesar, en cada respiración, en cada aliento, en cada instante. Y a los demás los toco en la medida en que compartimos tierra común, suelo, dinero, es lo único que nos vivifica, aparte de la autolesión despiadada. Como la que yo ejerzo sobre mí continuando en la tónica de la productividad impía y a ritmo galopante, me acelero, me acelero, me acelero y me voy a morir acelerándome, acelerada, casi inconsciente en mi aceleración. Aceleración hacia atrás.
Yo validada en espejo (Copiado en Libre Office y pegado en Paint)
No sirvo a nadie.
Tú eres yo, profesora. Tú fuiste arrastrada por el tsunami igual que yo, y te redujiste para asimilarte, porque no querías (no podías) vivir sola, no querías (no podías) verte reducida a lo más frágil y desechable de tu subjetividad caduca. Tú te salvaste porque querías salvarte. Yo no estoy segura de querer.
Autorretrato: lectura literal de mí.
Este es mi autorretrato, yo rodeada del armazón metálico, conceptual, que quieren imponerme para validarme en el suyo, en su armazón metálico sintonizado, a su vez, con los restantes. ¡No! No intentes la interpretación psicologista de este esquema. Es una lectura literal. Tampoco intentes la lectura sociológica: es una descripción. Ahí están esas palabras pronunciadas, reales, rojas, de alambre sanguinario. Ahí detrás, rodeada, me encuentro.
Bischofberger U (2025) Lo que veo ahora de mí desde mí (Foto de mi pijama).
Muchas gracias al Folio de la UOC por tenerme.
Bischofberger U (2025) Lo único metafórico es el yo. (Cuadro con paspartú de Google Earth ninguneado.)
¡No! No soy «woke». Soy una cagarruta que caerá por las tuberías, llegará a las alcantarillas (ya puestos) de París que serán recorridas por Jean Valjean (Los Miserables, que lloré a los quince años). Soy una cagarruta de ficción. La página de un facebook. El sueño se una esquina del mundo. Soy el olvido de mañana y la desesperación de hoy. Soy una carne malentendida y, cada vez más, lo que me UNE de verdad es ese yogur, el sol que entra por la ventana, ese lápiz que afilo y me huele a lápiz afilado. El resto, papel mojado.
Bischofberger U (2025) Lo que queda del mundo. (Fotografía de alta resolución pegada en Paint y recortada).
Solución: nombrar, nombrar y nombrar la vida amordazada para que tome cuerpo. ¡No da tiempo! ¡No da tiempo! Pero hay que darse prisa. La realidad aumentada existía desde hace mucho, igual que la Inteligencia Artificial, Pero hay que retomar, y ocurrirá que, de pronto, dará tiempo.
Tareas pendientes: hacer un recorrido por el Parque Botánico Multicultural, con fotos y sonidos (no me acuerdo qué pensé ayer). ¡Pero tengo confianza!
Pararse a dibujar. Diente de León. Ilustración de Taraxacum officinale, del autor Edward Hamilton
Estoy cansadísima, pero voy a seguir estudiando.
Recorte de ilustración de de Taraxacum officinale, de Edward Hamilton. Llamado por nosotros «diente de León».