Estaba en una playa, arena más bien tostada, pegada (con distancia) a unos edificios, todos seguidos delimitaban la playa. Estábamos tumbados al otro lado de la barca, éramos muchos (1) y había una persona, el conserje o algo así, que estaba de pie a cierta distancia (4). Al fondo a la izquierda apareció, andando rápido, un hombre que era un peligro para nosotros (2). Todos están escondidos, pero me apuro porque el que entra va a ver al conserje, que ¡no se ha escondido! (3) Peligro.
Pero yo estoy tumbada y mi cabeza asoma por delante de la barcaza, se me ve con pelo desordenado (3), de modo que también me ve. Salgo y el conserje y yo nos vamos con él (5). Aunque no quería ir, me alegro de que, yéndose con nosotros, no descubra a los demás. Salimos de la playa (que se convierte en algo así como una habitación) y estamos mirando a través de una cristalera (6). Entonces el hombre dice que sabe que el resto están allí escondidos, y me entra mucho miedo de que pase algo malo.
Me despierto y escribo un correo. Todo el día con muchísimo sueño. Luego me tumbo otro rato. Ahora ya no son sueños, son frases, o frases con imágenes. Ahora oigo el PIN de cómo se me desconecta internet por el cable, y veo una flor una raya que le pasa por encima, de izquierda a derecha, y entonces me sobresalto porque previamente me había dicho «si sueñas, acuérdate» y la atención que tenía que prestar me ha despertado. Se me olvidan las frases. Todo el tiempo con escalofríos, y tengo como unos témpanos, muy finos uno al lado de otro, formando un bloque justo encima de la nariz. No consigo entrar en calor. Pero en este punto ya toda la luz que giraba dentro de mi cabeza se ha posado, y los pensamientos dejan de estar conectados. Pienso en el edredón que me tengo que comprar. En la gente de Valencia pasando frío. En la estufa, no me funciona. en los sonidos lejanos. En [personaje público] [ropa que llevaba] [gesto desafiante] [fondo de sufimiento]. En [persona]. Me acuerdo de la entrada que quería hacer, que, no sé por qué, me recuerda a la película Tres Colores: Azul. Se llamaría «mi vida en dos renglones». «En cuatro.» «En ocho». «En dieciséis». Me recuerda, también, la película sobre la mujer joven que es un encanto y se va a morir de cáncer pero no lo cuenta. Y así, IA. Esta es la conciencia humana. Este es su pensamiento. Y a ti, mejor que no te pongan freno, pienso. ¿Tendrá expectativas un pensamiento iaiano? Sí.
Título y agradecimientos.
Bischofberger U (2024) Sueño, sketch en blanco y negro contra la pantalla (Foto de papel traslúcido con sketch blanco y negro colocado cerca de la pantalla).
Y gracias a la UOC por ayudarme, aguantarme, enseñarme, darme confianza en mí, dejarme este espacio de expresión. Por combatirme cuando no tengo razón y por orientarme todos, desde Joan Campàs Montaner en adelante, de lejos y de cerca… Porque estoy [perdida en mi sueño y escondida y recuperada y sacada de mí y unida a los que se esconden y con ellos y con el que busca y de vuelta y sin ser dueña de la situación y asustada], como en mi sueño sin más. Gracias a mis profesores, porque con ellos nunca me callo, como con mi familia (profesores y también familia), profesores a los que quiero porque quiero, y porque quiero mirar donde ellos. Hace falta mirar juntos en los tiempos que corren.