Maceta, jarra, papel: detalles de un dibujo y referentes

Pública

Este fue uno de los primeros dibujos que hice. Paola Villanueva, profesora del Taller de Dibujo y expresión gráfica, me dijo que estaba muy bien. Lo llamé, entonces, Lo Esencial. Es un dibujo hecho con lápiz duro, con mucho tiempo. Me gustó mucho hacerlo. La planta, mi hija tiene una igual, y es muy bonita.

Maceta.

Aquí en Galicia se llama chamadorea… preciosa, por cierto… que coloco a continuación. Es una plantita pequeña, pero llena de vida…

Jarra.

Es una jarra que no tiene mucho uso, porque pesa demasiado, pero es preciosa, y aquí está.

 

Papel

El papel son mis fichas de trabajo, que tengo siempre y en cualquier momento.

Gracias a esta entrada he comprendido alguna que otra cosa de alguna que otra obra de Velázquez, y me lo voy a leer bien, iré al Museo del Prado a contemplar el arte de la paciencia, el arte humilde de retratar la arrogancia y el bodegón de viandas, la humildad de las cosas y sus brillos, la versatilidad de las pinturas y los pigmentos y los pinceles, el dolor y la potencia de un oficio -el de artista. El arte de los espejos, en los mayores espejos del arte que son nuestros grandes pintores. Ese museo al que me llevaba mi madre de pequeña, porque los domingos, sin dinero, vas a los museos. Esos museos de los que tanto se habla en el mundo del arte, que ¿qué son? Pues son una ventana, más que nada. Un hueco a través del cual se ven otras realidades, sin complejos, sin particularismos… Un goce para la vista y un suplicio para los pies. Una excusa para el encuentro, exactamente igual que la cafetería. La alegría de la vida, de la que hablamos todos en todos nuestros idiomas de todas nuestras edades.

Museos hay en todos sitios, y es deber de las instituciones de la cultura promocionarlos, y darles el alcance que merecen.
Entre este dibujo y yo, han acontecido una serie de cosas en lo más inmediato de mí; cosas que, como un torbellino, me han ido arrastrando en una huida, no sé si hacia delante o hacia detrás, pero a toda velocidad. Pero me gustaría ahora, sencillamente, tener tiempo. Tiempo para volver a dibujar así. Tiempo de tic, tac, tic, tac y mi tiempo subjetivo, libre, que quiero recuperar después de los trasiegos…

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