Sahraa Karimi (Teheran 1983), directora de cine afgana que dirige la película Hava, Maryam, Ayesha (2019).
Hava, Maryam, Ayesha (2019)
Enfocar a la mujer, iluminarla. Tres mujeres embarazadas, tres historias, tres decisiones.
Hava tiene muchos meses de embarazo, está torpe, pero sigue siendo apremiada a trabajar por los demás: su padre le exige, su suegra la necesita, su marido tiene invitados que requieren que cocine. Ella atiende a todos y habla con su bebé. Pero se cae, porque pisa uno de los cepos que pone su padre al gato, y no nota que se mueva el bebé. Entonces le pide a su marido que la acompañe al médico, pero no es posible para él tampoco, ni siquiera en esa situación de emergencia.
Maryam ha roto con su pareja. Ha estado con ella siete años, sufriendo debido a constantes infidelidades. Él la llama una y otra vez, pero ella no quiere ya nada con él. Se pone su traje de novia, lamenta lo que ha ocurrido, piensa cómo podía haber sido, fuma. Y es que está embarazada. Pero eso no arregla nada, eso no la hará volver con él, al contrario.
Ayesha se va a casar, su madre le ha concertado una boda con su primo, al que no quiere. Pero ella se ha quedado embarazada de otra persona, con la que ha cortado, y está juntando dinero para hacerse un aborto y una reconstrucción del himen.
Clima tenso, situaciones dramáticas. Linealidad de las historias, claridad. Voz única, la de las protagonistas.
Reivindicación de la persona de la mujer. Hava, sometida. Maryam, destrozada. Ayesha, rendida frente al matrimonio concertado.
Enfocar a la mujer es el primer paso para romper las cadenas que la aprisionan. Y esto lo hace la directora con economía de medios, con sobriedad, con eficacia.
Cine necesario, y, pensando en los adolescentes, película que debería proyectarse en todos los institutos españoles.