Queridos compañeros y compañeras, profesor:
He dedicado unos tres minutos a mi presentación personal, que considero fundamental para que se entienda el proyecto por el que me voy a decantar en esta asignatura, y cinco a mi trayectoria artística propiamente dicha.
Mi aproximación al mundo de la filosofía, el psicoanálisis y la música se produjo en la adolescencia, y me abrió las puertas más grandes que nunca se me hayan abierto: las puertas del pensamiento. Después, mi llegada a la universidad y el estudio de una disciplina que comenzaba a ser científica, la psicología, me permitió desarrollar la capacidad de distinguir el pensamiento científico del que no lo es, o, al menos, aproximarme al problema de lo que es o no la ciencia. Esto no solo me preparó para un desempeño profesional delicado, en el que las decisiones tienen que estar basadas, en la medida de lo posible, en certezas, y si no en la alta probabilidad; también me preparó para moverme por el mundo.
A lo largo de los años, he estado muy ocupada con mi profesión y con tareas de cuidado en mi entorno familiar, porque esas tareas han recaído siempre en mí, tanto en mi familia de procedencia como en la nueva. De esta situación no he creado testimonios plásticos, pero sí textos que me pueden servir de inspiración en lo que pretendo hacer a continuación.
Llegado el fin de mi carrera profesional, me acerco, primero, al arte dramático a través de sus escuelas. Allí constato que los artistas, en su mayoría, proceden de estratos sociales altos, lo que sesga su mirada; detecto esto como un problema importantísimo del discurso del arte. Por otra parte, las malas experiencias personales en alguna de ellas me llevan a percibir la importancia del autocuidado y la imagen en el desempeño del artista.
De mis estudios en el Grado de artes, subrayo el impacto conceptual de los seminarios: en mi visión del arte, en mi visión del mundo. De los talleres, indico la necesidad de profundizar en las técnicas, y la sensación de que una pericia suficiente hay que trabajarla con constancia, con mucha intensidad en el día a día y a lo largo del tiempo.
Todo este proceso de lo que he llamado «encuentros» lo relato, con muchos enlaces, aquí, en un lugar que he llamado «derivas, estrenos, osadías. Resbalones, patinazos, risas y «si tú fueses yo».
Mi trayectoria artística no es propiamente una trayectoria, ha sido y es una deriva. No sé dónde me puede llevar. Subrayo varios rasgos personales que pueden estar marcando mis rumbos: lo que he llamado «los estrenos», el hecho de estrenar muchos cambios, desde la libertad que llegó con la muerte de Franco a la llegada del mundo digital… Mi osadía personal, que me hace abordar tareas y adoptar actitudes de forma imprudente; y mi preocupación, personal por lo que me afecta, por la igualdad. Y hay algo en mis trabajos que se me pone de manifiesto cuando los reviso: el gusto por el humor y por lo grotesco.
Esto se traduce en un compromiso: compromiso con mis Ensayos absurdos, la colección Sin más que he estado escribiendo este mes de agosto… Estoy casi segura de que este camino me va a ser provechoso, y se abre amplio, inspirador. Al principio me saldra regular, o mal, pero insistiré y tal vez pueda hacer algo que aporte, que merezca la pena.
Sin más que añadir, me despido con la esperanza de no haberos aburrido, y con el deseo de que me deseéis suerte, porque la tarea que me planteo no solo es amplia, también arriesgada.
Un abrazo,