Trataremos de bajar lo digital al suelo.
Se trata de hacer algo:
– Fácil
– Gratuito
– Que pueda hacer cualquiera, sin ser un programa «de bote».
– Con efecto inesperado, impredecible, sorprendente = arte generativo+infancia
– Cogemos un .png (imagen que, previamente, hemos recortado en el móvil).
– Lo importamos a Snap! (Seleccionamos el personaje, botón importar)
– Usamos este código, poco a poco podremos ir entendiéndolo y nunca cambiará en versiones, nunca dependerá más que de nosotros y de la lógica,  de modo que siempre rentabilizaremos los aprendizajes.
Tendremos resultados gráficos de excelente factura, de los que podremos sacar cientos de imágenes, todas similares y todas diferentes…

Vamos a explorar límites, no los límites en los que se sitúa la experimentación con lo digital, sino los límites que impone lo digital, por desconocido, al humano común, a los que somos «la masa», a la gente.

1. TAPA DE SARTÉN CON SELFIE DE ARTISTA
Vamos, también, a hacer un homenaje digital a esos objetos sin marca que nos hacen la vida más fácil: la tapa de una sartén, un paraguas, un  huevo.

1. Selfie en tapa de sartén. Promoción de este objeto, que brinda tantas ventajas de seguridad, imprescindible contra salpicaduras, hecho de forma extraordinariamente eficaz y estética, brillante, poco valorado en general.

Y éste, el mismo selfie… pero capturado en su entorno de programación (¡precioso, por cierto!) en Snap!.

¿Qué hacemos después? En un largo y complicado proceso, rastreamos quién está fabricando nuestro objeto.

2. HUEVOS, HUEVOS Y MÁS HUEVOS.

Éste es el .png original.

Esta, la imagen multiplicada y con variaciones hasta el infinito.

¿Y la procedencia? Tendremos que investigar bastante para llegar al lugar de creación de los huevos.

3. PARAGUAS

 

 

Las modificaciones de la programación por error actúan como sorpresas. Pediremos que pongan título a los trabajos (¡Cómo no!) y el título de éste podría ser: «paraguas como mejillones».

No hace falta programar mucho más. Hay que recordar que pasarán muchas cosas en el proceso, que son procesos de cocreación, que son bastante impredictibles, que el atractivo viene de la autoría (¡Lo he hecho yo! ¡Es el mío!). Que es imposible competir con la imagen profesional digital, que nunca puede ser estándar de nada para nadie. Que lo único que no responde a estándares es el propio yo, por eso se repite tanto.

Secuencia de actuaciones preparatorias, del festival y de después del festival.

		Actuaciones de los niños	Actuaciones del entorno del niño.	Hardware necesario	Lugar virtual
PREPARATORIAS DEL FESTIVAL	1	Colecta de imágenes de alimentos sin marca en .png	Público. Familias y escuelas colaboran en la creación de .png	Personal. Dispositivos móviles	Web del festival
	2	Creación de un archivo .xml a partir del .png	Esta creación tiene lugar en la escuela, con el asesoramiento del curador del festival.	Institucional. Ordenadores de la institución educativa o del festival	https://snap.berkeley.edu/snap/snap.html
	3	Formatos finales de las imágenes: decidir entre una imagen descargada del escenario, una captura del resultado con el entorno de programación, un GIF o un vídeo.			Web del festival, en un apartado específico
FESTIVAL	4	Visualización de los resultados en la web del festival.	Visualización de los resultados en la web del festival.	Personal.	Web del festival.
	5	Visualizaciones de impresiones en la exposición final (actividad 5).	Contribuyen a la selección de algunos resultados y a su impresión y exposición.	———-	Inclusión de los trabajos como trabajos de arte físico en la Web del festival.
DESPUÉS DEL FESTIVAL	6		Distribución de resultados en diferentes empresas que se seleccionen.		Seguimiento de estas actuaciones, con participación de las empresas.

BIEN: se considera “bien” todo aquello que es natural, necesario o deseable, y “sin marca” lo que no es un producto de un proceso de producción, lo que no es un objeto técnico que tenga un patrocinio. Por ejemplo, el pelo es un bien, pero una “melena Loreal” no lo es. En esta categorización, el pan, aunque elaborado, es algo “sin marca”, mientras el “pan de molde” no lo es. En el propio proceso de creación se afinarían estas definiciones. Se considera “bien” lo natural porque la categoría “naturaleza” es el gran bien.

PÚBLICO: inclusión del concepto de “público” como “navegante de la web”. Se desecha el término “usuario” por la vertiente utilitarista propia de la cultura anglosajona que connota, y parece más adecuado el de “navegante”. Público como navegante.

CREADOR: se considera “creador” no a una realidad física concreta, ser humano o máquina, sino a un proceso creado con un lenguaje, el del software. La humanidad social de un colectivo inmerso en un proceso designado con un nombre, y ese nombre de un colectivo puede ser una convención resultado de votaciones y acuerdos.

Bischofberger U (2024) Lugar de acceso básico al mundo virtual donde me sitúo y me situaré ahora, siempre y perpetuamente porque detesto el otro lugar, en amarillo, ahora, siempre y perpetuamente (Diagrama de posicionamiento personal. Se lo dedico a mi profesor, para que me entienda si no me estudio las obras de esos amarillos).

Y, por último: no existe la objetividad y el temple cuando hay que ser ágil en la toma de decisiones. Y en arte es imprescindible el posicionamiento.

Nos posicionamos: no nos posicionamos en los límites de arriba del todo en el más allá de la ciencia, de la técnica y del arte, en esos límites que unos pocos exploran con altos costes. Unos pocos,  emparentados con los que pretenden hacer del cohete el sentido de su vida. Unos pocos, que así se sienten «únicos» (claro que lo son: son los únicos que tienen esos accesos). No simpatizamos con ese grupo del privilegio, de las plusvalías reinvertidas en calefacción por suelo radiante, en pádel, longevidad y exploración científica en tono tibio y refrendado en modo científico-político-teórico-existencial… No somos de esa gente que necesita un colchón de kilómetros de ancho como la princesa del guisante…

Somos de los que hemos tenido que dormir, a veces, en el santo suelo. Nos dan igual los guisantes. Tenemos facturas de luz de radiadores convencionales, la pantalla del móvil rota y un background cognitivo autoconstruido, de factura irregular. Nos situamos ahí donde la mayoría está haciendo scroll con su dispositivo en la mano, y estamos todos por todo, con los que crían hijos con un colchón de unos cuantos centímetros y  actúan sin refrendos desde identidades, como poco, cuestionadas. Casi siempre damos tumbos sin saber cómo habría que hacer para tener un respiro… Así que ahí estamos: en lo rojo, en el acceso básico al mundo virtual, y vamos a trabajar siempre desde ahí. Y por eso el festival no incluirá RV ni RA ni instalaciones interactivas ni emperifolles, sino móviles, ordenadores y trabajos de niños. Esos cocreadores estarán ahí para darnos, como el arte generativo del que hacemos uso, sorpresas que no podemos prever.