¡DATE IMPORTANCIA, imbécil!

Bischofberger U (2023) Perdón (Dibujo con carboncillo modificado digitalmente)
Adjunto mi selfie moral al conjunto de selfies que aporto para, después, resumir en el Pictorial.

Perdón me pido a mí misma por la poca justicia que me hago, con lo fácil que lo tenía para ser profesional del flattering. Podría haber sido más amable, más congraciadora y cauta. Me hubiera gustado ser un poco más diplomática, comer con la boca cerrada y no poner el dedo en la llaga. Quisiera callarme un poco más, ser más prudente, un poco (sólo un poco) más obediente. Si fuera menos osada, un poco más taimada, algo (sólo un milímetro) interesada. Podría haber tenido más tacto, menos fricción, más mano izquierda. Debería haberme aguantado el impulso irrefrenable a seguir en línea recta, a decidir por mi cuenta y riesgo, a no claudicar. Tendría que haber pactado, cedido, llegado a arreglos. Me hubiera encantado cuidar el aspecto, lo que se mostraba, la parte de mí que duerme sola.

No haber subrayado, no haberme declarado no anclada y libre por definición inquebrantable. Mostrar sumisión, agachar la cabeza, mostrar un poco más de admiración de la que sentía. No caminar tan erguida, vestir mejor y haber querido que me tomaran en cuenta. Pensar en lo que piensan, considerar qué opinarán, cuidar de lo que digan. Date importancia, imbécil, me tenía que haber dicho en serio. Pero nunca me ha importado perder la razón ni la etiqueta para defender esa razón que pierdo por no hacerle justicia a mi persona, cuidando el hueco en modo almohadones e indefiniciones,  por hacerle tanto caso a la cosa y al momento.

Resultado: yo. Yo no sé. Resultado, integridad y ganas de vivir, rebeldía ante la complacencia, poco predicamento, mucha pena a la vez y recursos tirados por la borda de ese barco que tan bien se me ha dado guiar en la alegría -y que guiaría si pudiera, que guío siempre que puedo. El resultado solo y sin peinar que soy yo -aún no cenizas-,  baja la cuesta al trote, luego la sube. Siempre. Como siempre buena. Con perdón.

Bischofberger U (2025) Complacer, momento de la historia de un proyecto (Detalle de papel continuo en el pasillo.)

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