Pregunto a la IA ¿por qué las ranas son verdes?

Pública

Si es difícil y se requiere ayuda para reparar una lavadora; si no entendemos cómo funciona un televisor o el motor de un coche; si nos sería imposible fabricar nosotros mismos casi la totalidad de los objetos que nos rodean porque no tenemos los secretos de sus materiales ni de su factura ni las herramientas ni sabemos cómo… ¿Cómo vamos a comprender algo tan sumamente complejo y escurridizo como la Inteligencia Artificial? ¿Cómo, cuando se nos asemeja tanto, podemos, siquiera, atisbar la enorme complejidad que la sustenta y, además, esas lagunas que tiene que tener, que deben de ser, igualmente, enormes?

Mi objetivo es que, a partir de una pregunta sencilla de un niño, la IA haga un texto breve, preciso, ameno y adecuado al nivel de desarrollo. Lo intento, haciéndole la solicitud y cambiando una serie de reglas para lograr progresivamente ese ajuste. Parto de una pregunta por el color de las ranas. A partir de una primera respuesta, selecciono los términos más difíciles y expresiones y le pido que me los sustituya por otros más simples. A continuación, le pido que ponga el texto en primera persona, como si ella fuera la rana. Preguntada por cómo interpreta lo que estamos haciendo, la IA entiende que hacemos la información accesible y que la tarea es importante. Le pido entonces que introduzca una variación en la narrativa, una anomalía, y que saque conclusiones. Lo hace, pero con reflexiones que obstaculizan mucho la narrativa. Elimino esas reflexiones y le pido que compare el texto inicial con el texto final y que saque consecuencias. Finalmente, la IA resume su trabajo y reflexiona sobre él. Pero no lo aplica cuando le planteo una nueva pregunta. 

Primera aproximación teórica a la IA, de la que deduzco varias cosas: primero, no todas las IA son iguales, unas acumulan información, otras borran las conversaciones previas, otras aprenden. Segundo, la dificultad que tiene para cambiar de registro me indica que, con toda probabilidad, en lenguaje natural parece más capaz de lo que es (me sorprende, al mirarla, la inteligencia que, sólo hablando, demostramos nosotros). Por tanto, y como en el aula se me pregunta por la creatividad de la IA, mi aproximación parece indicarme que su creatividad, al menos en lenguaje natural, requeriría mucho más entrenamiento y, de momento, pienso: una creatividad que requiere que se la nutra tanto ¿es creatividad?, y a la vez pienso en cómo están atónitos los que trabajan con la IA a alto nivel… Por último, resaltar la importancia de adecuar estas herramientas a las distintas etapas del desarrollo evolutivo de las personas.

Trabajo sobre la IA para niños pequeños, que he hecho sin referentes de momento, pero que se enmarca en mis propuestas de un Festival de Arte Digital para la Infancia, y en la certeza de que la IA es una promesa para la escuela.

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