
ورد
Primer alegrón: se me escribe el árabe en el Folio de la UOC. Todas mis Beees olvidadas.
Segundo alegrón: he encontrado la vía artística de intersección del árabe, la poesía y Snap!: la poesía visual, que estudié en primero.
Imagen final
Bischofberger U (2025) Poema visual en árabe: flor sencilla (Arte digital con Snap!)
Ésta que es la imagen de este post es mi poesía visual, que he hecho para el Proyecto final de mi asignatura de Programación e Interactividad, con el apoyo y paciencia de Joan Guillen Pelegay; asignatura diseñada por Enric Mor, con Mónica Rikić Fusté como profesora.
Nota: dejo a propósito el margen «feo», sin recortar, a modo de «firma» y certificado de origen, para que se vea que es Snap!, y porque me pronuncio a favor de las personas del mundo del diseño (para que se erradique en su mundo esa exigencia de emular a las máquinas que es el perfeccionismo, que tantas horas de esfuerzo extra les cuesta a esos auténticos héroes del trabajo).
Fondo de la imagen y sentido del proyecto
Tema. ¿Qué he hecho? ¿Flores? ¿Pétalos? ¿Orugas rodeadas de pelos difusos? (Son Naturaleza con mayúsculas, Naturaleza que es la que hace historia hoy, y el motivo por el que nos recordarán en el futuro a los habitantes del siglo XXI: porque ¿qué hacemos con el árbol sin futuro? ¿Lo destruimos? ¿Lo salvamos? Ahí está nuestra opción y esa será la ecuación que nos juzgue desde el mañana, NO HABRÁ OTRA, así que los que blandan «razones empresariales» que se apeen del loguito de su empresa y metan los pies en el barrizal de una vez).
Proyecto. Mi proyecto se va a llamar Botón rosa (es un botón rosa apropiado, de una página de hostelería), es un proyecto en honor al clítoris. Lo subtitulo: Contra esa barbarie contracultural que hacéis, consuegras africanas, eso es una barbaridad. Botón rosa es el botón que aparece en la parte de abajo de las imágenes. Voy a hacer todo tipo de trabajos para facilitarme la aproximación a la lengua árabe, que es la lengua con mayor número de palabras del mundo, y cuya escritura, defiendo, es la más orgánica (próxima a la naturaleza y el movimiento humanos) del mundo. Mi trabajo final de esta asignatura que tantísimo esfuerzo me ha costado, es un canto a esa lengua y también al gran arte que la acompaña, la sobria e insuperable dignidad del arte árabe, el placer por la vida que trasmite su sol femenino. Como mis conocimientos están todos con alfileres, no podré hacer mucho, pero lo que haga lo justificaré.
Fuentes. Mi fuente ha sido el gran fotógrafo Kim Manresa que descubrí en el reportaje del también grande Ignasi Rodríguez Batle, que hizo aquella foto de la niñita llorando. Mis trabajos previos en esta dirección, que indican lo que tanto gusta en el arte, los tres palitos de dónde se sitúa cada artista, son: inmersión en las flores, No lo quiero como es y mis estudios y otros trabajos de la lengua árabe que enlazaré cuando los tenga.
Descripción del proceso con imágenes que lo justifican
1. Palabra ورد . Primero he escrito una palabra árabe en Paint. He estado un ratazo seleccionando el tipo de letra, que al final ha sido Arial. Para agrandarlo según lo necesito, selecciono y arrastro. ¡Gracias, Paint!
2. Representación de la palabra. Pero no quería hacer una representación plástica, sino utilizar visualmente las palabras. He hecho un .png con la palabra, y como no me gustan nada las formas cuadrangulares, lo he hecho así. Ésta ha sido la semilla de la idea.
Parecía como un pétalo. No me molesto en pensar previamente, y menos con la máquina que va a hacer lo que quiera, sino que piensan las propias cosas. Y aquí, como había dibujado un pétalo, lo he hecho girar (porque aún sé poco de Snap!, vaaale, lo reconozco) y ¿qué es un pétalo que gira? ¡Una flor!
3. Clonación. Después he empezado a clonar pétalos, y pétalos. He cambiado tamaños, he hecho pruebas, cosas que me salían «mal» (por ejemplo, rellenar bien los pétalos) pero que resulta que quedaban mejor que si me hubieran salido bien. Por ejemplo, este pétalo. Como tengo mucha dificultad para manejar los .png, los resultados son bastante imprevisibles.
4. Aspectos técnicos. He ido clonando a lo largo del proceso, no lo he hecho desde el principio sino como cuando tienes que modificar un color y te vas deslizando poco a poco entre colores, no de golpe. Este ha sido el resultado final, después de clonar variando tamaño y color. Autocrítica. ¡Se me ha olvidado cambiar el punto de anclaje, y no he caído en la cuenta de que tenía que haber seleccionado el blanco puro en Paint y no en Snap!, donde me ha salido un poco gris. Estos son los clones de mi flor.
Podría, aquí, tirarme el farol de que ésta es una obra de arte como una que he criticado en el foro que trata de hacer muchísimo gasto de papel de fotografía haciendo fotos de tulipanes, pero no: es pura casualidad el parecido. En todo caso, a mí estas fotos de cuadrados yuxtapuestos que quieren pasar por arte no me gustan nada. Le pongo un cero a esos tulipanes y a su idea que no interpela, sino que dice oootra vez lo miiiismo. Lo afirmo porque creo que hay que empezar a hacer aire en arte, a criticarnos abiertamente los unos a los otros. Mi proyecto también dice una cosa que se repite, pero, en mi opinión, esto sí que hay que decirlo y gritarlo: consuegras, no hagáis el bestia.
¡CONSUEGRAS!
¡NO HAGÁIS EL BESTIA!
No me ha importado que perdieran resolución, aunque voy a preguntar a Joan cómo hacer para que no la pierda, porque todavía no sé qué hacer cuando reduzco o agrando para que no se me vea borroso. Tampoco manejo el tema «tamaño», y los resultados me son bastante incontrolables, por lo que he tardado mucho… (modifica, sube, baja, colorea, clona, vuelve a modificar, etc. etc.)
5. Escenarios. No quería renunciar a mi color de fondo pero me estorbaba, así que, para abordar el «disfraz del escenario», he ido bajando imágenes del escenario (botón derecho clic en el escenario) y las he ido modificando con Paint.
He hecho estos escenarios, que van apareciendo sucesivamente porque las flores son siempre como en el último, muy tupidas.
Reflexión final
Tendemos a equiparar el valor con la dificultad. Pero en este caso, en el que lo que he llamado Flor sencilla es más bonito que el propio trabajo en su conjunto, es una demostración de que, a veces, lo muy sencillo puede ser lo más valioso. Me ocurrió cuando hice mi Monumento rebelde al árbol sin futuro, al que dediqué estas palabras en arte material…
…y me ocurre con esta flor, de arte digital. Habla por sí misma: es, ella sola, un pétalo, el estremecimiento del colibrí, el misterio de los pelos urticantes de las orugas, el parpadeo de la Naturaleza sin tiempo que se niega a morir.
Bischofberger U (2025) Poema visual en árabe: flor sencilla (Arte digital con Snap!)
El iphone no la ve bien. Aquí la tienes en Snap!, y aquí en este short.
El código es éste, lo único que hay que saber cambiar el punto de anclaje, que se hace con el botón derecho encima de la figura; también hay que saber vestir al personaje, que se hace seleccionándolo, abriendo el escenario e importando el disfraz que quieras.
Por último, el trabajo más complejo lo tenéis aquí, por si queréis hacer clic en las hojas. Con la barra espaciadora sale el título.
Y éste es el vídeo que he puesto en YouTube. Le he puesto, también, el tag flores en árabe.