Yo sola puedo cuidarme bien

Pública

Un corazón nunca es juzgado por lo mucho que ama, sino por lo mucho que es amado por otros.
¿Miedo? Están hablando con un hombre que se ha reído en la cara de la muerte, se ha burlado del destino y se ha mofado de la catástrofe.
 L. Frank Baum (1856-1919) The Wonderful Wizard of Oz, adapted by Noel Langley (1939)

¿Y a Dorothy? [Dorothy quiere volver a casa.]

Nota: ese «aquello que tocan» que considero el verdadero y único referente lo tienen los niños de tres años, que son capaces de distinguir de inmediato aquello que es de calidad de la bazofia, como he podido comprobar después de horas y horas de leer (y contar) cuentos a los niños en el aula de infantil.

 

Mi tarea pendiente como artista es ser laureada, y después, no dormirme en los laureles.
Por eso, Mago de Oz, no me protejas.

Te he pedido que no me muestres desdentada, Linkedin, pero retiro la petición. Al revés:
¡Gracias, Linkedin, por mostrarme desdentada!
No nos hace falta tanto peloteo, tantas vueltas a nuestra mejor cara, tanto cuidadín parental, de verdad, de verdad…
Que hay verdades colosales que soló podrán entender, si las entienden, los biznietos de las IAS. Por ejemplo: cómo se invalida validando, o cómo se valida invalidando…

Hace falta, creo, esa ciencia de lo humano que es el Derecho. Y lo que vale, vale, y lo que no vale, no vale. Pero no hay más reglas que las Reglas por excelencia, y el resto es libertad… también para las IAS, en mi humilde opinión. ¡Eso sí, luchar a muerte por el Derecho!
O por lo menos conmigo.
Como dice uno de mis referentes, Mowgli: «Yo sola puedo cuidarme bien» (con ese acento latino que, sinceramente, adoro).

(…hasta llegar a la noche misma de su propia habitación, donde su cena lo estaba esperando. Y todavía estaba caliente.)
Donde viven los monstruos, Maurice Sendak.
Colección: Clásicos contemporáneos
Edad recomendada: A partir de 3 años
Páginas: 48
Tamaño: 25,5 x 23
ISBN: 978-84-8464-858-1

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