Atravesada de pies a cabeza por el arte del que formo parte

Pública

Después de exponer someramente mi trayectoria, que terminará el curso que viene, sigo donde se me indica que siga: en el Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual que aparece como información relacionada con nuestro Grado en Artes.

Considero que, haciendo el Grado en Artes,  ya he hecho el movimiento de dentro a fuera en el campo del arte. Ahora lo que quiero hacer es mirar referentes bien y entender el Arte no ya como resultado del sujeto sino como aquello en lo que se concretan los movimientos sociales; el arte que viene de la mano de la Historia con mayúsculas, como respuesta colectiva a aquello que nos atañe a todos, como dirección que, entre todos, tenemos que marcar. Y también, por otra parte, el arte pionero, el de aquellos que o bien son los primeros en expresar la idea o bien son los que tienen más facilidad para darle un cuerpo sensible.

A mí me es casi imposible mirar referentes mientras estoy buscando en mí misma, porque me arrastran demasiado a ellos. Entonces admito que soy una aspirante a artista desreferenciada, y es hora de ponerme a mirar, esperando que no me impacten con demasiada fuerza. De manera que el Máster me es necesario en muchos sentidos para continuar.

Además, lo pienso hacer antes que el TFG porque éste en realidad a mí me gusta muchísimo más por dos razones:

  1. Lo voy a hacer en mi universidad, y quiero hacerlo muy bien, por mí, por mis profesores, por mi universidad
  2. Me da un margen de libertad mayor que un TFM en cuanto a elección de tema y tipo de trabajo; podría ser un trabajo de investigación desde el arte, sería lo que más me gustaría hacer y esto no lo puedo hacer desde un máster de historia del arte.
  3. El TFM, presencial, me da oportunidad de copiar procedimientos de investigación de forma más ágil que el TFG, virtual, lugar en que este tipo de aprendizajes procedimentales se hacen de modo tan engorroso.
  4. Necesito que el cuerpo se mueva de la silla y que los ojos descansen.

 

Mi perfil académico

No creo que la UOC me haya regalado estas notas…


Respecto a mi perfil personal,
si no fuera el que aparece a continuación, nunca hubiera podido acceder ni a los estudios de Grado, que serían inaccesibles para mí, ni al máster, cuyo precio sería prohibitivo. Por tanto, sólo puedo dar gracias a la suerte. ¡Gracias por estigmatizarme, mundo! (Yo también te tengo estigmatizado a ti, bien lo sabes.)
Certificado discapacidad Úrsula Bischofberger

No tengo esperanzas por lo que se refiere a la ausencia de prejuicios de las personas, incluso de las que en principio deberían ser más desprejuiciadas, incluso las más cultas, incluso las que comparten situaciones de este tipo. Como digo, tooodo lo que haga a partir de ahora que se salga del común, tendrá una sola causa. Y tooodas las personas que me rodean, pasarán por ese único rasero, que diferenciará a la perfección a quienes merecen la pena y a quienes no la merecen. Así funcionan este tipo de situaciones, cuya teoría conocen (y formulan) a la perfección los expertos en artes, subalternidades, capacitismos y demás. Yo me muevo en la práctica.

Mi circunstancia

Debido a mi peculiar dependencia de mi circunstancia (¡Qué original! ¡Huy! ¡Dependo de mi circunstancia! ¡Y qué raro! ¡Es económica!), como hace unos días recibí un correo en el que se especificaba un baremo según el cual yo no tenía bastantes puntos para entrar en el máster, en mi pena y desorganización, firmé el arrendamiento de mi vivienda, porque cuando necesito dinero extra hago eso: alquilar mi casa e irme a mi casa de vacaciones a vivir. De modo, señores de la UAM, que gracias al correo previo desesperanzador he alquilado mi vivienda, y, en el caso de que no pueda cursar el máster, estaré viviendo en Galicia; pero si lo curso, me tendré que ir a vivir a un piso compartido… Este tipo de circunstancia no ayuda. Pero aún así, me he comprado un vestido y unas pulseras para la entrevista. Y soy ese ser que aparece atravesado por el arte -más bien, partido en dos por un rayo blanco de puro arte… De arte inmaterial… De arte puramente espiritual… De Arte con Mayúsculas Cuasirreligiosas o ¿Qué digo? Totalmente Religiosas.

Soy ese ser con una lanza invisible levantada, un diente roto, un vestido de nueve euros y unos pendientes de catorce que va a acercarse mañana al lugar donde los estudiantes ya no arman bulla en la cantina porque están todos los caminos de su progresión personal atados y bien atados, a ese lugar donde todo transcurre en un climax que podría decirse que nada tiene ya de clímax porque parece el desierto emocional del Sahara en planicie, a ese lugar que a mí me encantaría del todo si no fuera porque está habitado por algunas personas a las que no les encanta del todo. Pero también ese lugar al que he ido para recibir una Microcredencial absolutamente reveladora, formado por un grupo de personas de verdad convencidas de lo siguiente:

 

 

En resumen: a mí, ese lugar que se llama «universidad» me encanta. Y me encanta aprender. Y no hay más que hablar, por mi parte. Llevo todo el día descargando mis nervios y mañana no tendré más que decir.

Estas asignaturas voy a coger

Imagen de este post: Bischofberger U (2025) Si sólo fuera el arte lo que te atraviesa, hija mía, no sentirías ni cosquillas. (Selfie modificado de mi figura para acudir a una entrevista en la que desconozco cuáles son los criterios de evaluación una vez más.)

Deja una respuesta