Mis trabajos artísticos como trayectorias rizomáticas: los talleres

Pública

Rizomático: aquello que no es jerárquico ni lineal, por contraposición, por ejemplo, a «arbóreo». Aquí cualquier cosa se relaciona con cualquier otra cosa en cualquier momento y de cualquier manera sin que nada condicione la relación. Así definiría esta palabra y describiría mi crecimiento en los talleres artísticos por los que he ido pasando. Mi trayectoria ha sido cualquier cosa, menos ordenada. Ha estado llena de pasión, y, en cada asignatura, lo he dado todo. Debo especificar que he intentado ir a un ritmo curricular rápido, que permitiera la conexión de los conocimientos frescos.

Todos los talleres comparten principios comunes, según los veo a posteriori. Estos principios, con los que sin duda no estarán de acuerdo mis ¡adorados! profesores (¡Sí, profesores! ¡Que sepáis que los que tanto aprendemos de vosotros, os adoramos!) porque faltarán muchos… o estarán equivocados… me atrevo a enunciarlos a mi modo, y podrían ser:

  • Fomento de la reflexión sobre los procesos creativos

  • Ampliación de los límites de las disciplinas artísticas

  • Toma de conciencia sobre el sentido;  el significado como «soporte» esencial

  • Rigor en el abordaje de los procesos: reflexión, referentes

  • Compromiso con el posicionamiento ideológico, con el lugar propio, con el cuerpo

  • Abordaje procesual: no importa tanto el producto, centrarse en los procesos

  • Libertad.

  • Carácter muy meditado (e, imagino, que consensuado dentro de un grupo de personas relevantes en cada área) de cada uno de los pasos que nosotros los alumnos tenemos que dar. Estructura pautada, y muy significativa, de cada una de las actuaciones, justificada en lo más importante de cada una de las disciplinas.

  • Riqueza de las propuestas, para que cada uno de nosotros construyamos sobre ellas lo que nos sea significativo.

Personalmente, ay, siento que tendría que volver a empezar, que se me ha quedado tanto por el camino que me apena y debería dedicar un tiempo a repasar. Pero cuando lo comenté en un meet, mi profesor Andrés Burbano Valdés me contestó con una respuesta un poco interrogante en su voz (seguramente él no se acuerda, pero yo lo recuerdo perfectamente). Por ese motivo, no lo haré. Describo sólo mis trabajos, y no los referentes, porque para esto último necesitaría mucho más tiempo.

Mis trabajos artísticos son escolares, tienen un nivel de iniciación y todos ellos están centrados en dos cosas: en el propio proceso de comprender algunas de las dimensiones de las disciplinas en las que se enmarcan y las coordenadas del arte contemporáneo, y en abrir caminos que permitan exploraciones posteriores. Sin ser exhaustiva, entre los trabajos artísticos que destaco están los siguientes en las siguientes áreas. Son todos prescindibles, pero a mí, personalmente, me encantan todos ellos.

Escritura

Traía ya trayectoria previa, porque la escritura fue importante en mi trabajo y porque había pasado por dos Escuelas de Arte Dramático. Pero intentaron afilar un lapicero pero, con el hábito de tantos años, fue un poco difícil…
En el Taller de Escritura y Comunicación de la UOC recibí pautas sobre eficacia en escritura, corrección lógica, respeto a los demás en cuanto a extensión de los escritos. Así, hice este texto para la exposición Chaekgeori, Bodegón de Corea: esplendor de los libros.
Por primera vez, reflexioné sobre mí misma como escritora.

Fue mucho el trabajo, y tengo pendiente su relectura, y atenerme a las pautas que recibí. El Folio me ha dado la oportunidad de escribir todo el proceso de aprendizaje que he ido realizando. Ha sido mi verdadera herramienta de trabajo, el lugar donde he hecho algo que tenía muchísima necesidad de hacer: explayarme, desenvolverme, organizar mentalmente tirando de los conocimientos hasta llegar a mí misma.

Dibujo y expresión gráfica

El Taller de Dibujo y Expresión Gráfica me supuso una redefinición de lo que pensaba yo que era dibujar, de todo lo que puedo representar gráficamente.
Retomé un camino que abrí a los diecinueve años, cuando estudié carboncillo… Amplió enormemente mis posibilidades de dibujo y abrió esta puerta a la realización de sketches urbanos, por ejemplo, con cinco sketches: belleza, poder, mujeres decapitadas, pobreza y metro de Madrid, después de haber entendido la especificidad de la mirada del que dibuja y los procedimientos que tengo que seguir. Me desplegué en el dibujo expandido, igual que se despliegan ahora mis compañeros. Empecé un trabajo de comic abstracto, que podría también seguir. Llevo todos estos trabajos, ampliables, en mi maleta personal. Me sirven para entenderme y para entender los dibujos de los otros. Abrí preguntas como éstas: ¿Cómo nos cambia la mirada el hecho de dibujar? ¿Un dibujo puede ser también escritura y pintura? ¿Podemos escribir historias sin palabras? ¿Cómo condicionan el lápiz y el papel nuestra forma de pensar? ¿Hay expresión sin representación? ¿Qué es un dibujo no artístico? ¿Tiene sentido hoy hablar de dibujo analógico y dibujo digital de forma separada?

Pintura

El Taller de Pintura y Color supuso una primera aproximación al color y a las técnicas de gouache, acrílico y óleo, una aproximación al color y a cómo se proyecta una obra de arte desde sus inicios, esbozos, ideas borrosas iniciales hasta el final. Fue la primera aproximación a una herramienta de arte digital, a través de la cual realicé el «robo» de la paleta de un pintor, cuyo resultado fue este cuadro, Yo desde mí

La aproximación que más me ayudó fue la que se realizó para concretar ideaciones, y empecé, también, algo que hubiera querido que fuera una serie, una serie de imágenes de mi ciudad. Aquí conté todo el proceso de mi cuadro. También me inicié en el comentario de obras de arte. de Kupka, Picasso, Van Gogh.

Fotografía

En el Taller de Fotografía e imagen de la UOC fue, como el de dibujo, un territorio en el que se expandieron los límites. Aquí llegué por primera vez sistemáticamente a las cuestiones de género. Me encontré con que se me proporcionaba un amplio bagaje técnico, teórico, conceptual sobre la fotografía pero los trabajos estaban centrados, principalmente, en el contenido conceptual. Fue en esta asignatura cuando empecé el viaje hacia mí misma que es todo proceso de aproximación al arte. Éste es un ejemplo textual de uno de estos trabajos, que amplié con lecturas feministas.

Desde el autorretrato, me propongo experimentar con el archivo como herramienta de creación en un trabajo de posfotografía en el que me centraré en la situación de la mujer mayor como subjetividad doblemente subalterna en el contexto del heteropatriarcado y, en concreto, en abrir opciones respecto a cómo se narra a sí misma  en los selfis que aparecen en las redes. Está presente mi cuerpo; aparece mi autorretrato intervenido; cuestiono los límites entre realidad y ficción; reflexiono sobre la idea de paisaje en Internet; son imágenes de las redes, en las redes y para las redes; hay un cuestionamiento de la autoría, se da apropiación y resignificación; me interesa la temática de la identidad, y aún más la de la identidad sexual; está estrechamente relacionada con mi contexto y parte de mi propia vida y experiencias; son imágenes digitales en su producción y en su formato final; y, por último (lo más importante) ¡son positivas! ¡risibles! ¡alegres! (al menos, para mí, lo cual me resulta suficiente).

Como siempre, la sensación fue de libertad, y estas fueron, por ejemplo, una serie de imágenes colaterales de mi trabajo Patriarcazoo, que ya era más mío por la valentía de hablar desde mi persona, el reto a algunas actitudes convencionales, el compromiso con la realidad, el tono de humor, el carácter reivindicativamente pobre de los recursos técnicos etc. En esta asignatura, además, el apoyo del profesor colaborador fue cálido y decisivo para mí. La fotografía: algo que siempre he practicado, algo que he compartido siempre y que las redes me han robado muchas veces, todo un mundo que se me abrió.

Vídeo

Había hecho el esfuerzo económico de hacer un curso de Premiere y After Effects, pensando que esto me ayudaría a abordar esta asignatura, el Taller de Vídeocreación. Así fue. Hice un esfuerzo muy grande tanto en los aspectos técnicos como en los conceptuales. Exploré a fondo los referentes. Destacó un trabajo sobre un difícil vídeo de Nam June Paik. Compartí casi todo en Folio. Huí del enfoque cómodo en obras poco significativas o meramente simbólicas. Me involucré, en particular, en dos de ellas: Despojos, que aún conservo, y Sra Queer impresionante, pieza humorística y arriesgada que, a la vez, tiene calidad estética que atestiguan estas capturas.

Escultura

A partir de este momento, tengo mis entradas en el Folio de la UOC. La asignatura Taller de Escultura y Prácticas Espaciales era absolutamente nueva para mí, y me sentí perdida en sus exigencias en un principio; tras recorrerla, súbitamente comprendí que la potencia de una obra es enorme cuando se realiza en tres dimensiones. Aquí está mi Monumento rebelde al árbol sin futuro. que es mi primer contacto, desde el arte, con la conciencia medioambiental, que creo que es el problema clave. Aquí tengo Abuso sexual: escultura, que vinculaba mi trayectoria como psicóloga al arte y a la idea del cuerpo fragmentado. Mis trabajos de figuritas, figuras de plastilina blanca y sin cara que se hacen eco de la descontextualización que va aparejada con la globalización. Y, por el camino, muchas otras exploraciones, como la frágil ave blanca de otro planeta, o Regalo roupa a ria, instalación que daba voz a la Ría.

Llegados a este punto:

  • Lo que he recorrido me parece desbordante.

  • Cuando estoy en algo, estoy totalmente absorbida.

  • Lo que voy aprendiendo, lo incorporo de tal modo que modifica mi día a día.

  • Me impresionan tanto los referentes que los tengo que dosificar.

  • Siento que no abarco… Siento que los trabajos no terminan más que porque llega el día, todos están incompletos… Siento que no soy yo la que habla, sino que las cosas hablan a través mío…

  • Me vuelvo hiperprotectora de mis creaciones. Las adoro, me representan, las idolatro. Sé que su valor objetivo es muy cuestionable, pero son la rosa de Antoine de Saint-Exupéry: hay tanto de mí en ellas que no quiero que les pase nada malo.

  • Me siento triste: me falta dedicación, pero, a la vez, sigo corriendo al galope por el Grado, porque quiero que todo se entrelace con todo.

  • He pasado del plano de ocupación al plano del ensimismamiento y, después,  al plano de la catarsis. Lloro, me deshago, me descompongo haciendo, me sale solo y no lo puedo controlar.

  • Cuando me separo y lo veo insuficiente, me entra melancolía. Bastante pesadumbre. Me da pena de no estar sólo en un solo lugar para, tal vez, haberme dejado llevar como por un río muy caudaloso, como Francis Bacon por las carnes o el Bosco por esas figuras de sus ensueños morales. Pero no: entonces vienen los seminarios y me recuerdan que TODA la realidad existe como un TODO ligado, y que no te puedes dejar arrastrar por una sola cosa. Y me alegro de mirar el conjunto.

Programación creativa

Estudiaré más programación, cuando pueda.  Revivo todo lo que me costó el Taller de Programación e Interactividad. El trabajo que más me gustó hacer fue el de Guerra, trabajo cuyo fondo conceptual llevaba en mí desde hacía tiempo, sobre todo por el horror de Gaza.

Pero también otros:

Actualmente curso Taller de Arte Sonoro y Prácticas performativas.

Hago este resumen de trayectoria previa porque tengo la entrevista de acceso al Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual. Me siento insegura, pero he trabajado mucho. Escribo, porque es lo que hago siempre para relajarme. Puedo concluir que…

  • He recorrido demasiado deprisa el Grado. Hubiera podido hacer menos asignaturas por semestre, pero no he querido. Aún así, mi expediente es bastante bueno.
  • Se me han desordenado mucho los apuntes y las fichas, como consecuencia de ese ritmo acelerado: los apuntes que voy construyendo, las fichas en papel. Pero ahí las tengo, son muchas, muchísimas, y las organizaré. He ido imprimiento apuntes a una cara, sacando recortes, citas, ahí lo tengo todo más qu trabajado.
  • Todo está muy analizado, pero aún no he empezado a sintetizar. Para que no se juzgue mal mi forma de asimilar, diré en mi defensa que siempre, cuando estudio, analizo y no sintetizo hasta mucho, mucho después. Pronto para sacar conclusiones sobre el arte.
  • Me siento muy orgullosa de mi trabajo en todos y cada uno de los talleres. He sido, siempre, muy generosa en cuanto a dedicación, en lo que he compartido y en lo que me he involucrado -teniendo en cuenta que cursaba los treinta créditos semestrales y, si no podía más, era que, realmente, no podía más. Porque el peso en tiempo que llevan los trabajos de arte es muy difícil de planificar y cuantificar.
  • He escrito en el Folio de la UOC. Tengo más de cuatrocientas entradas largas. Esto me ha ayudado de forma inconmensurable y sospecho que me puede seguir ayudando.  Pero mi forma de escribir improvisando, sin guion, sin planes, en modo psicoanálisis o cascada o sencillamente vaciandome requiere un trabajo a posteriori. Ahora tengo que estructurar esos textos, asimilar, organizar referentes y, sobre todo, decidir. Porque en este cuerpo rizomático que ha creado en mí el Grado y en los canales internos que me ha abierto, hay un millón de posibilidades, que se elevan a la enésima potencia si tenemos en cuenta que los abordajes conceptuales multiplican aún más estas posibilidades…

Y para abordar este mundo de posibilidades que se multiplica rizomáticamente, están, me parece, las asignaturas de Proyecto. En ellas, tú fijas la meta, tú delimitas el campo, tú estableces la exigencia y las técnicas, tú buscas los interlocutores y decides qué, quién, cómo, cuándo, por qué, dónde, lo que afectas, lo que te afecta, cómo te presentas, cómo te «vendes» o vendes lo que estás haciendo, con quién y durante cuánto tiempo. 

Este amplio abanico de libertad con estructura es el que me personaliza más, tal vez. Y los temas y técnicas que he elegido han sido los siguientes.

Proyecto uno. La técnica elegida fue la fotografía apropiada y modificada con dibujo, y el tema el feminismo de última ola de Amia Srinivasan. El trabajo se llamaba Patriarcazoo. Tocaba descarnadamente muchos prejuicios, fue arriesgado por eso.
Proyecto dos. Utilicé el teatro, la fotografía, los diagramas. El tema fue la vejez en el contexto social occidental. El trabajo se llamó Vejez y Occidente. Llegué a la conclusión de que, al menos en parte, igual que las adicciones son producto de la falta de vinculación y no su causa, las demencias puede ser que sean en parte producto de la desvinculación en la que Occidente deja al viejo. Fue un trabajo que me tocó muchísimo, me ayudó pero me hizo sufrir.
Proyecto tres. Utilicé el dibujo, la fotografía y los diagramas. El tema fue la sexualidad. Elegí este tema, entre otras cosas, porque el momento histórico era muy malo en muchas áreas, y el tema fue muy divertido e hizo reír mucho a todos. Pero el desencadenante fue muy amargo, tal como se ve en este vídeo que titulé Memoria como Sueño y Palabra.  Riesgo, grotesco, ciencia, dibujo, humor, pobreza son las cinco áreas que, creo, me caracterizan o interesan más.

Captura de Memoria como sueño y palabra.

Por tanto, parece que siempre tiendo al concepto, al dibujo y al diagrama. Que siempre tiendo a temas que entrañan humor y riesgo, porque todos los he abordado de forma bastante poco convencional y provocadora. Patriarcado, vejez y sexualidad. Lo que peor he hecho: la inserción en contexto. Mi fortaleza: una aproximación valiente y muy insistente. Mi debilidad: nunca he puesto de mi parte para hacerme entender en los momentos que requieren síntesis, ni siquiera en el último proyecto, que parecía que iba muy bien hasta que tuve que hacer ese esfuerzo y no lo hice. Suele superarme todas las vueltas que he dado a las cosas. Y si me superan a mí misma, ¡me imagino lo que superarán a los demás!

Y de nuevo concluyo: gracias a los que han tenido buenas ideas, que hacen crecer el arte, que nos hacen crecer. Gracias a los profesores responsables, que no han asumido como privilegio merecido y en exclusiva esa formación privilegiada que han recibido, sino que son lo suficientemente justos y generosos como para compartirla con nosotros, los alumnos.
Gracias a los profesores que proyectan con responsabilidad y piensan que el tiempo de los demás no se puede llenar de cualquier manera. Gracias también a aquellos profesores colaboradores que han estado muy presentes, que, de verdad, aparecían mientras recordaba sus talleres… Les tengo muchísimo afecto, porque llegaban justo cuando más les necesitaba. Gracias a todos por la paciencia con nosotros, y ojalá que alguno se vea en la piel de hacer tantas horas de esfuerzo online, contra viento y marea. Porque es difícil de verdad, costoso en ojos y en cuerpo. Porque sólo pensando en el esfuerzo que hacemos se ve, como contrapeso, la brillantez de los programas que se despliegan, como oro puro, en los talleres…

Y gracias, mil gracias al Folio de la UOC, que ha sido el testigo de estos estudios míos, la auténtica huella que he ido dejando y que voy a recopilar. Me alegro de ver cómo cada vez más alumnos hacen públicos sus trabajos, ayudando a la universidad, ayudando a construir un discurso más allá del puro mercantilismo y demostrando así no sólo la utilidad de Folio, sino también el brillo de esos documentos que son las programaciones que seguimos en los talleres.

Propongo que, como reconocimiento a la iniciativa pionera que es Folio, se quede este nombre, «Folio», no como nombre del recurso específico de la Universidad Abierta de Cataluña, sino como nombre de todo aquel repositorio universitario que siga este modelo. Una vez más, «no soy quién», pero propongo que «Folio» sea como el nombre de los repositorios y lugares de intercambio informal de los alumnos de todas las universidades, y así habría un Folio de la UAM, un Folio de la UCM, uno de la Autónoma de Barcelona, un Folio de Cambridge y otro en la Université nationale du Rwanda. Un Folio en la Universidad de Zürich (mi pueblo, jeje) y otro Folio en la Universidad de las Azores. Y todos Folios, todos interconectados, muchos en inglés (¡Cómo no!), con recursos visuales, con trozos de vida, errores, opiniones, trabajos y una Comunidad Folio que no fuera sólo la Comunidad Folio que existe ahora, sino que fuéramos todos los estudiantes del mundo quemándonos las pestañas hasta que incluso Elon Musk en la luna oliera a chamuscado… Es decir: propongo que los promotores de Folio promuevan su creación en otras universidades, la genericización de Folio no entendida como «pérdida de una marca» sino como difusión de un invento.

Porque gente como nosotros, los valientes pioneros en compartir en formato público en la UOC (pese a ser alumnos, dados al yerro y abocados al ridículo, ilusionados con un retal y ensalzando un borrador como si fuera la piedra filosofal) estamos innovando, y los que hay detrás apoyando una innovación importante: la de compartir por compartir, la de compartir sin «me gustas», la de compartir como se comparte en otros lugares pero mostrando, también, con claridad las raíces y de dónde se nutre lo que se despliega, la de compartir con referentes a un tronco común y a una tarea igualmente común. Porque hay bosques de documentos como Scribd. Pero el siguiente paso es dotar a esos bosques de cierta organicidad, situarlos, darles nombre, mostrar las raíces de las que se nutren, las tareas a las que responden. Que haya personas que no se limiten a lanzar lo que vaya llegando, sino que lo trabajen un poco más. Categorizar esos materiales de un modo no meramente formal y externo, sino a partir de cierta estructura interna, su procedencia clara (en mi caso en Folio, se garantiza nombre y responsabilidad), su origen (en el caso de Folio, se garantiza el aula, la asignatura, la institución educativa). Justo como actúa el Folio de la UOC.

Y lo que nace son materiales híbridos, tan propios del siglo XXI. Más que apuntes, menos que un artículo. Textos con cara y con marca de institución universitaria. Más que ciencia, más que vida, y a la vez algo menos científico, pero también menos chusco que mucho de lo que está al uso. Un material aún pendiente cuya alborada se produce ahora, en nuestra Era Digital. ¡Y puede que sea precisamente en los márgenes de los rankings universitarios, lejos de Harvard y de nuestros referentes estadounidenses! (Siempre los mejores, qué pesadez, empollones), donde se produzca esa chispa que necesitamos, entre estudiantes empoderados por el Folio del instituto politécnico de Turkmenistán, «Türkmen politehniki instituty», o desde el Folio de Lilongwe, o desde el Folio de la Yucón University como hacemos nosotros… Por todo lo anterior, compis de la UOC, ¡Público! ¡Sin vergüenzas! ¡A publicarse! ¡A publicar en el Folio universal!

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