Pública My «abstract» art is actually a copy. I maintain the hypothesis that what abstract art has sought to do, in part, is to give voice to the anthropomorphic mass. The drawing on the cover is a copy, as faithful as I could make it, of the concrete of a bridge as I pass underneath it. At the same time, it seems like a replica of many of the works of art we encounter (better conceived, better executed, but ultimately similar) made up of right angles, of cubic masses that could well be engineering designs.
My «abstract» art is a form of protest. My second hypothesis is that, since concrete has an expiration date and is not an eternal material, the concrete plague covering our planet will have an end that we are not considering. This painting, which shows the vulnerability of concrete, denounces this situation. «Common nominal lifespan of 50 to 100 years, but this can be extended to 2,000 years with proper design and execution» (Google AI). It says «proper,» with curing, mix quality, etc., being key.
Bare anthropomass is the skeleton. By «bare anthropomass,» I mean all human production that lacks that extra touch of design or utility that brings us closer to it. Also, all human production that isn’t so closely tied to the body (clothing, accessories, rooms). Or any human product that falls outside the usual sphere of attention. Bare anthropomass is to the skeleton what anthropomass is to the human body. Bare anthropomass is that visual essence that many artists find.
Bare anthropomass isn’t «ugly.» What they used to call «ugly» we like because it’s the real thing. Why does that door covered in hundreds of stickers have such charm? Why the dark alley, the garage, the abandoned house, the dilapidated wood? Because they retain that essence of not having been attached to humanity, or of having been and no longer being so.
A visual reflection produced in the unconscious. The third hypothesis is that whoever is truly interested in the visual world and truly wants to extract that elusive essence that is, in reality, art, must inevitably arrive at geometric forms. By an overwhelming majority, our visual world is made of bare anthropomorphic mass. Therefore, it is the visual nature of bare anthropomorphic mass that prevails.
The artist’s memory and their dream. Does the artist’s dream have to be an ethereal dream? No: dreaming of bare anthropomorphic mass is just as much a dream as dreaming of an angel. Everything is a dream. If art is searching blindly in places where categories have no access, the artist can find concrete, cement, mud, straw, whatever. Just because it is dreamed concrete doesn’t make it any less of a dream.
The discovery of a new beauty. There is no longer a firelight illuminating the scene, no longer food devoutly arranged to form a still life amidst scarcity, no longer women working the land in long skirts; the entire visual world of yesterday is dead. May it rest in peace. This is the Age of the visual triumph of the masses, but, fools that we are, we traverse it ignorant of its beauty.
Hybridization is copying. The breaking down of barriers between artistic disciplines is equally real. It is not a decision of art or of artists: it is the evolution of what is before us. Engineering becomes architecture, architecture becomes sculpture in reality itself. I have called the work I am presenting Naked Anthropomass: the work of engineering as sculpture. It belongs to the «from the car» series; it is number six.
Mimesis remains essential. When the playwright creates theater without narrative, he copies: he copies my real life, my life without a connecting thread. When I am narrated as fragmented, I am copied: I truly am fragmented. And when they paint stripes and squares, they copy: they copy the masses. Copying continues. Art copies and copies. The reference is always, absolutely always, reality. And art is art because it reveals it to us.
Mi arte «abstracto» es copia en realidad. Sostengo la hipótesis de que lo que el arte abstracto ha querido hacer, en parte, es darle voz a la antropomasa. El dibujo que aparece en portada es una copia, lo más fidedigna que he podido, del hormigón de un puente cuando paso por debajo. A la vez, parece una réplica de muchas de las obras de arte que nos encontramos (mejor planteadas, mejor ejecutadas, pero en definitiva similares) constituidas por ángulos rectos, por masas cúbicas que bien podrían ser diseños de ingeniería.
Mi arte «abstracto» es denuncia. Mi segunda hipótesis es que, como el hormigón tiene fecha de caducidad y no es un material eterno, la plaga de hormigón que cubre nuestro planeta tendrá un fin que no nos estamos planteando. Este cuadro, que muestra la vulnerabilidad del hormigón, denuncia esta situación. «Vida útil nominal común de 50 a 100 años, pero pudiendo extenderse a 2000 años con diseño y ejecución correctos» (IA de Google.) Dice «correctos», siendo clave el curado, la calidad de la mezcla etc.
La antropomasa desnuda es el esqueleto. Entiendo por «antropomasa desnuda» toda producción humana a la que no se da ese plus de diseño o utilidad que nos acerca a ella. También toda producción humana que no está tan apegada al cuerpo (ropa, accesorios, habitación). O todo producto humano que quede fuera del campo de atención habitual. La antropomasa desnuda es al esqueleto lo que la antropomasa es al cuerpo humano. La antropomasa desnuda es esa esencia visual que muchos artistas encuentran.
La antropomasa desnuda no es «lo feo». Lo que llamaban «feo» nos gusta porque es lo verdadero. ¿Por qué esa puerta en la que se han pegado y arrancado cientos de pegatinas tiene ese encanto? ¿Por qué el callejón oscuro, el garaje, la casa deshabitada, la madera desvencijada? Porque conservan esa esencia que es el no haber sido acopladas a lo humano, o haberlo sido y ya no serlo más.
Reflexión visual producida en el inconsciente. La tercera hipótesis es que quien está, de verdad, interesado en el mundo visual y quiere, de verdad, extraer esa esencia inaprehensible que es en realidad el arte, tiene, a la fuerza, que desembocar en formas geométricas. Por aplastante mayoría, nuestro mundo visual está hecho de antropomasa desnuda. Por tanto, es la naturaleza visual de la antropomasa desnuda la que prevalece.
La memoria del artista y su sueño. ¿Tiene que ser el sueño del artista un sueño etéreo? No: tan sueño es soñar con la antropomasa desnuda como soñar con un ángel. Todo es sueño. Si arte es buscar a ciegas en lugares a los que las categorías no tienen acceso, el artista puede encontrar hormigón, cemento, barro, paja, lo que sea. No por ser hormigón soñado es menos sueño.
El descubrimiento de la nueva belleza. Ya no hay una luz de lumbre que alumbre la escena, ya no hay unos alimentos devotamente colocados que constituyan un bodegón en medio de la escasez, ya no hay mujeres trabajando la tierra con grandes faldones, todo el mundo visual de ayer murió. Requiescat in pacem. Ésta es la Era del triunfo visual de la antropomasa pero, tontos de nosotros, la recorremos ignorantes de su belleza.
La hibridación es copia. La ruptura de barreras entre disciplinas artísticas es, igualmente, real. No es una decisión del arte o de los artistas: es la evolución de lo que tenemos delante. La ingeniería se convierte en arquitectura, la arquitectura en escultura en la propia realidad. He llamado a la obra que presento Antropomasa desnuda: la obra de ingeniería como escultura. Pertenece a la serie «desde el coche», es el número seis.
La mímesis sigue siendo lo esencial. Cuando el dramaturgo crea teatro sin narración, copia: copia mi vida de verdad, mi vida sin hilo conductor. Cuando me narran como fragmentada, me copian: de verdad estoy fragmentada. Y cuando pintan rayas y cuadrángulos, copian: copian a la antropomasa. Se sigue copiando. El arte copia y copia. La referencia siempre, absolutamente siempre, es la realidad. Y el arte es arte porque nos la descubre.

Bischofberger U (2025) Sanseacabó (Collage que denuncia plagio con texto iaiano tachado y su autora pintada peleando con Colón.)
Subtítulo: mañana mismo me paso a la biomasa.

Bischofberger U (2025) Nota para los artistas papistas. (Collage indignado pero no irrespetuoso.)
(Y por poco se me cae la cabeza, desenroscándose del cuello, por la ventanilla del coche. Y he tenido que pasar dos veces antes de encontrar el encuadre. Y sólo yo tengo la clave de cuál es el lugar originario. Y sólo se lo comunicaré al que me lo compre.)
(Ya veremos a cuánto tasáis la biomasa desnuda. Mañana empiezo esa serie.)
Este es un espacio de trabajo personal de un/a estudiante de la Universitat Oberta de Catalunya. Cualquier contenido publicado en este espacio es responsabilidad de su autor/a.