Gustarme y ser lo que c|uiera

Pública

Bischofberger U (2025) Gustarme y ser lo que c|uiera ser. (Apropiación de la obra de Eugene Delacroix)

Sé lo que quieras. Qué será, sera, será lo que quiera ser, tara rarará, rará, qué será, será. El estribillo liberador y que libera. Tiro la canción, pero me quedo con la música y el estribillo… El estribillo que se le escapo al Hitchcock represor y terrible, al que mataba mujeres en la ducha y nos descalificaba a los psicóticos, al mirón, al que calumniaba a toda la especie voladora en Los pájaros y al que se recreaba en las más terribles fantasías de estrangulamiento y corbata, el alimento infecto que mi generación ha consumido igual que las hamburguesas y las drogas, pensando «hago bien», cuando en realidad comíamos puras heces con mermelada American o British. Y, efectivamente, su subconsciente habló por una vez en positivo, y liberó al maltratado niño que, gracias a la canción, recobró su libertad…

Las explicaciones académicas no son la Biblia. Qué será, será… Amigos de las explicaciones sobre lo queer y la performatividad del género cocidas en universidades y servidas en un lenguaje hostil y críptico: no, no y no. No voy a estar de acuerdo, creo que todo es mucho más sencillo, y no aparece de «fuera» a «dentro», sino más bien de dentro a fuera. Que cada uno sea lo que quiera. Libertad. Igualdad. Fraternidad. Hagamos que las conquistas de hace años resplandezcan y continúen, y atajemos donde hay que atajar, hermanas sororas… Ay y nada de contranarrativas y resignificaciones y ya vale de inventar palabrejas, que vaya jerga, por Dios.

Considerar las particularidades. No me sitúo en mí, dejo que mi fantasía vuele… pero, en lugar de dar alas a sueños legitimadores de diversos horrores, voy a dar alas a sueños liberadores. Y en lugar de utilizar la palabra «performance» para hablar del mundo en general, voy a consultar Google para enterarme de qué tal les va el sexo a las mariposas… Y veo que el macho deposita mediante su pene (llamado «edeago») un espermatóforo o paquete córneo relleno de esperma, secretado durante la copulación, en la bolsa copuladora de la hembra, la cual acumula los espermatozoides y los va liberando, fecundando cada huevo durante la puesta. Después me voy a ir a Salcedillo, Valdemadera, Valtablado del Rio, Peñalba de Santiago, Hornillos de Cameros y Castilfrio de la Sierra.

Presión social, psicología de masas.  Bienvenido Mr Marshall, Calle Mayor y mi propia experiencia de reclusión en una pequeña localidad, me llevan a entender que el problema no está ni en la L, ni en la G, ni en la T, ni en la B, ni en la I, sino que el problema está en esas mayorías silenciosas que hacen presión. Hay mucha buena gente que es el problema, y un problema bien grande, porque buena gente hay mucha, de mucho peso y en muchos sitios. Hay buena gente en la alcaldía, en la farmacia, en la iglesia y hasta en tu casa. E incluso sobre todo en tu casa. Y la represión sexual es épica, lírica y muy dramática siempre.

Las redes: las otras masas. Ahí te quiero ver, también, no dejándote persuadir, hipnotizar o seducir. No obnubilándote. No alucinando con tus visualizaciones. No perdiéndote en discursos que sólo quieren arrastrar. No dejando que el manipulador de turno zarandee y ningunee lo más íntimo de tu experiencia. Sobreviviendo en la red tal o la red cual, detectando lo que hay de mentira y de verdad, y en qué proporción se encuentran cada uno. Porque lo que vende en casa y en el pueblo puede ser justo lo opuesto de lo que vende en tu red y viceversa, de modo que estás metido en un buen lío. No adherirse a grupetes identitarios sin fundamento. Como siempre, tratar de ser autónomo y saber de qué hablamos.

Revolución es ser firme. No hizo falta entender teorías sesudas de materialismo económico para asimilar que la situación de un obrero del siglo XIX era injusta  y no hace falta entender la performatividad del género para comprender que uno puede ser lo que quiera. Se sabe. Galileo no hizo más que demostrar lo que ya se sabía desde Copernico. Igualmente, todos sabemos ya de lo L, G, T, B. Ahora lo que queda no es que exista la persona L, la persona G, la persona T, la persona B para decir «yo soy» L, «yo soy» G, «yo soy» T, «yo soy» B; tampoco que se agrupe; tampoco que se reivindique; sencillamente, queda lo más difícil:  que actúe con libertad, valentía, asertividad y haciendo esta revolución sostenida que va lenta pero que se está produciendo, sin echarse hacia atrás ni un milímetro.

Defenderse a sí mismo. No hace falta que nadie proteja a nadie. Hace falta que cada cual defienda su dignidad como gato panza arriba, como debe ser y como hemos hecho siempre que hemos luchado por ser. Y conmigo no se mete nadie.

Luchar por tu libertad es luchar por la libertad. Hacer una revolución es una heroicidad, lo sé por experiencia. Por experiencia sé también que yo he sido más militante, por ejemplo,  que una  supuesta «activista» que se las da de militante, pero de «militante remunerada» (que tenía seis personas en su clase virtual y no tuvo a bien fijarse en quiénes éramos siquiera, por Dios). La militancia no es un sitio, señora; la militancia es una actitud y no se remunera. Siendo militante lo pasas fatal y no obtienes reconocimiento, sino todo lo contrario. La militancia es seguir adelante, solo o acompañado, fiel a ti mismo, te cueste lo que te cueste y caiga quien caiga, no es fácil ni gratificante.

Siempre sobra compasión. Militancia es decir aquí estoy yo y no paso ni una. No es ayudar a los pobrecillos que no tienen quién les ayude, sino ayudarse a sí mismo porque se siente uno tan digno como esa caída de agua o como ese árbol o como cualquiera.

Performances reales. Por todo lo anterior, haré una performance en la mesa de comer y viendo la tele, no con cosas raras. No encerrada con lobos, ni dándole a la gente cuchillos, ni echando sangre menstrual por debajo de las puertas ni nada de lo que una buena parte del arte al uso se plantea. Por eso, hago lo que quiero hacer y soy la que quiero ser. Este es el planteamiento de mi performance.

Performance: noticias personales

Mesa de bar con mantel de plástico y tapas rodeada de sillas, adultos, jóvenes, silla libre. En la mesa hay un montón de recortes, a modo de cartas, pero con la peculiaridad de que noticias personales se mezclan con las otras. Los jóvenes roban y leen noticias, los adultos reaccionan. El juego está en que las noticias personales se reciban tal como recibimos las del periódico, con distancia e indiferencia, mientras las del periódico se tomen como ese algo tremendo que realmente es. de modo que ahí están, robando, leyendo y reaccionando. Hay una silla libre, y la persona que quiera se puede sentar y participar robando y leyendo noticias.

Lugares donde falta formación en temas de cuerpo y género. El primero, yo misma, que estoy haciendo la asignatura. Pero ya dije hace tiempo que en el temario de la Policía y la Guardia Civil faltaba este tema, no hay tema LGTB, pero no me publicaron la reseña.

«Matar» (entre comillas) a quien haga falta. Si para ser lo que quieres ser tienes que matar en tu interior a tu padre, hazlo. A tu padre, a tu madre, a todo tu pueblo, a lo que sea. Igual que hay que atreverse a saber, hay que atreverse a ser. Y ya está bien del sufrimiento arbitrario por el qué dirán. El qué dirán tenía que haber pasado a la historia pero sigue con nosotros con otros nombres, y encima ahora hay más: el qué dirán de siempre,  el qué dirán los que tratan de luchar con el qué dirán y quieren que sea de su única manera, y el qué dirán de los que dicen cómo tienes que ser o sentir si eres L o G o lo que sea que sea lo que sientas. Porque el qué dirán de los tres mil me gustas es un qué dirán como todos, un qué dirán del que hay que librarse para saber qué dices tú mismo y qué te gusta a ti.

Guapaaaa…

Guapaaaaa….

¿Cala en las instituciones esta nueva verdad, tanto como la violencia de género u otros temas también sangrantes?

¿De verdad me puedo creer que yo tuviera problemas cuando di respuesta a esta demanda, contra la opinión de la dirección?

¿De verdad no nos damos cuenta de hasta qué punto estamos estrenando la libertad y el derecho y aún así, no tomamos la palabra, no nos atrevemos a plasmar la firma, ni a levantar la mano, ni a decir «¡YO!»?

Prima el respeto total y absoluto. Y en el área más delicada, más pegada a lo esencial y doloroso; en el área de lo que difícilmente podemos comprender, yo creo que prima el respeto profundo y la imposición del respeto por todos los medios. La no escenificación. El olvido del desdoble y la autojustificación. El puro estar. Tu vida es tuya. Cuando no ganas el Óscar es porque escueces y estás en el buen camino. Porque fue aquella película, y entonces, la que tenía que haber ganado el Óscar, y no la de ahora.

Reconocimiento innecesario.  No resaltarte por  pasiva ni por activa. No ser moneda de cambio de nada. No significarte con lo que las masas quieren significar en los me gustas o en los no me gustas. No hacen falta los Óscar en la vida, lo único que hace falta es ser justo con uno mismo y con los demás, y tomar la alternativa. Pero tomar la alternativa y decir aquí estoy yo, ¡Eso sí!. ¡Siempre! ¡Aunque se hunda el mundo! Si no, ¿para qué vivir?

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