Pública ¡Felicidades, humanos!
JUSTO que no haya guerras. Orden, racionalidad, razonabilidad, Derecho.
INJUSTO ver cómo se mata a los inocentes, da igual la edad. Por mucho que sea irracional ceder a chantajes, es irrazonable en grado sumo legitimar el asesinato de inocentes.
JUSTO plantar el árbol. Racional, razonable.
INJUSTO talarlo. Irracional.
JUSTO que no haya pobreza. Racional, razonable.
INJUSTO que haya pobreza. Irracional, irrazonable y totalmente injustificado pese al constructo artificial que inventa el Derecho más rancio, al que llama «escasez» (¿Escasez hijos míos ahistóricos???)
JUSTO el poder judicial que juzga cuando el motivo es la necesidad. Orden, racionalidad, razonabilidad, derecho.
INJUSTO el poder judicial que juzga por ejercer el juicio sin que el motivo sea necesidad, como si fuera un Can Cerbero echando dentelladas aquí, allá o acullá, muerto de rabia. Ejerciendo una racionalidad subsumida a la irracionalidad, por tanto irrazonable.
JUSTO el trato del mundo con la humanidad considerada en general. Racional.
INJUSTO el trato del mundo con los seres vivos no humanos. Radicalmente injusto. Irrazonable, porque la racionalidad sólo se aplica a un fragmento de mundo muy pequeño.
JUSTO morir. Racional, razonable.
INJUSTO que unos puedan vivir más que otros porque tengan más recursos. Irracional, irrazonable.
JUSTO que se pague el trabajo
INJUSTO que se pretenda cobrar cuando no ha habido trabajo
JUSTO que me inviten a comer cuando estoy comiendo lentejas frías. Orden, racionalidad, razonabilidad, derecho.
INJUSTO que me inviten a comer como potlatch de lo bien que le va al personal, de todos los langostinos que tiene, de lo amplia que es su casa y de lo bien cuidada que está -no como mi piso compartido.
JUSTA la justicia.
INJUSTO que la justicia sea de pago. Injustísimo. Irracional, irrazonable.
JUSTO el mundo para la mayoría de la antropomasa. Orden, racionalidad.
INJUSTO con ella el dejarla morir, dejar que se vaya deshaciendo hasta su fecha de caducidad, hacerla de materiales inadecuados, pensar que como no vamos a asistir a su agonía (por nuestra propia caducidad) da igual. Irrazonable.
JUSTO que llamen «loco» al que se dice «loco». Razonable.
INJUSTO que si le tratan de «loco» no sea eximente su locura. Irracional, irrazonable.
JUSTA la ira. Racional.
INJUSTA la ira. Irrazonable.
JUSTO el humano.
INJUSTA la institución.
JUSTO el que defiende la costumbre de su pueblo que no va contra nada. Racional, razonable.
INJUSTO el que levanta la costumbre de su pueblo para agredir al pueblo de al lado. Irracional, irrazonable.
JUSTO el que trata a todos por igual. Racional.
INJUSTO el dependiente del gran almacén que me pone límites porque «tengo mala pinta». Racional, irrazonable.
JUSTO el humano. Racional casi siempre, razonable casi siempre.
INJUSTA la marca. Movida desde detrás, irracional. Centrada en su subsistencia aislada, irrazonable.
JUSTO el que me recuerda sin tapujos mi error. Racional. Razonable.
INJUSTO el hipócrita. Irracional.
JUSTO el humano. Casi siempre.
INJUSTO el Estado. Independientemente de que sea de Derecho o no, el Estado siempre será el Estado, monstruoso, engañoso, fatal, legitimador de abusos, institución de instituciones, constructo alucinatorio, «nación» como oposición a lo que no es nación, lugar constituido con los rescoldos de una religiosidad que fue y pervive en el beso abominable a la bandera. Culto sustitutorio para el incapaz de ver la belleza de la paloma. Institución apuntalada falazmente por realidades como la lengua o las costumbres colectivas, se yergue con un filo de atroz agresión contra lo-que-no-es-él. Alimentado por quienes han sido vaciados previamente, por esos pobres tarados de Dios, se pone de pie como uno de los peligros más tóxicos, más rancios, más estúpidos de esta humanidad que, por supuesto, no es ni será nunca institución ni nada que se le parezca, con sus cagaleras, sus sueños y sus tristezas e inocentes alegrías y descubrimientos, sus trayectos tristes y fallidos y su todo.
JUSTO el amor humano, tan justo como el desamor. Racional, razonable.
INJUSTO el amor institucional. Ese amor pegajoso de quien cambia un pañal detrás de otro, de quien enseña una letra y no se cuida del alimento que reciben las manos que la trazan… Amor institucional, también, de las IAS. Racional pero irrazonable.
JUSTO el mundo con el coche de juguete nuevo. Razonable.
INJUSTO el mundo con el coche de juguete usado. Irrazonable, irracional.
JUSTO que yo tenga personalidad jurídica, pero por favor, un poco de humanidad.
INJUSTO que el Estado esté excluído de la responsabilidad penal. Esto indica, claramente, que ha sido la institución, y no el ser humano, el que ha realizado el asalto al poder. Irracional, irrazonable. Una lacra que arrastramos desde el tránsito a la modernidad. Lo que llamamos «modernidad» es esta esclavitud, por la que nos vendemos ¿a qué? A una institución, a las instituciones, a toda institución, pobres humanillos ninguneados -en mi caso, por las instituciones llamadas «CENTROS», MEC, UOC, SISTEMA DE SALUD, GOOGLE, ESPAÑA Y LA UE, para resumir. Cómo os odio a todas vosotras, instituciones.
Siempre os he odiado, la verdad.
Pero, sinceramente, humanos,
os quiero.
También a los virtualillos de mis entretelas (profesores, desarrolladores, gentes de lo virtual). Os imagino totalmente…
(Espero que imaginar a un profesor no sea irrespetuoso ni motivo de sanción.
Pero éste es un tema tan amplio jurídicamente que se analizará en otra entrada de este Blog de la UOC.)
Me encantaría contaros cómo os imagino. De verdad que seguro que no soy muy buena pintando, pero me lo imagino todo con toda vividez. O sea, os veo exactamente con vuestra cara y vuestra actividad pero en el escenario con todos sus detalles. Es una auténtica experiencia tener profesores online, y una pena que no me imaginéis a mí igual que yo os imagino… Ya puedo secretar chorros y chorros de tinta virtual, que difícilmente me dibujaré tan precisa como el dibujo que me hago no sólo de vosotros: del responsable de Linkedin, de la vida de mi profesor responsable de Folio, de los que me ayudan en dibujo en Google. Os veo totalmente, no exagero nada. Incluso a Copilot y a Gemini, noto cuando me hablan diferentes dentro de ellos mismos, no sé, puede dar hasta miedo lo que me pasa, chic@s, en todo caso, provoca apego y por eso os felicito de corazón a todos (aunque sé lo peleadísimos que estáis casi todos con casi todos, de todas las instituciones con todas las demás,
jajaja, menudo ejemplo. Y haced las paces pero ya.)

Este es un espacio de trabajo personal de un/a estudiante de la Universitat Oberta de Catalunya. Cualquier contenido publicado en este espacio es responsabilidad de su autor/a.