Me paso de la manzana a la pera

Pública

Bischofberger U (2024) Me paso de la manzana a la pera (Arte digital.)

Una mañana más me doy cuenta de que he dormido (¡Aleluya!) y de que me he despertado (¡Olé!) porque la luz tenue de la mañana ha entrado por la ventana y se ha juntado, tímida, con el parpadeo de la luz eléctrica de mi ordenador. ¿Qué hora es? Las ocho y algo. ¿Qué voy a hacer? ¡Ay! Intento hacer película de esa respiración de mi ordenador que es mera apariencia pero se ha hecho tarde, porque, con la luz natural, la luz eléctrica deja de existir, por decirlo de alguna manera.

¡Venga!, me grito a mi misma en cierto modo. Ya está bien de remoloneos, de bromas, de miedecillos y de caricaturas de la IA. Hay que ser un poco serio. Está cantando el gallo, que, por cierto, canta muchas veces, y no una, y me pongo las pilas del neomaterialismo que practico como mis hermanos latinoamericanos: los gorriones pían un poquito fuera, débiles, porque la lluvia sigue. Las luces se encienden en las habitaciones y yo me hago la lista de tareas de hoy.

¿Y qué haré aquí? Aquí (aquí es a la vez la palabra y la electricidad, el logos y la luz, lo que me ordena y lo que me está desordenando), aquí, decía, voy a ir alternando entradas de software y entradas de Naturaleza con mayúscula. Porque sigo, siempre, mi hoja de ruta, como dijo Descartes que hacía cuando, en el Discurso del Método, afirmó estar perdido en el bosque. Tengo que organizar, otra vez, mi caos digital, del mismo modo que tengo que ordenar la habitación…

Pasar de la manzana a la pera. Vídeo de 20 segundos, de la lista de distribución de mi canal llamada Visibilizar a los mayores.

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