El yo fragmentado, la identidad efímera

Conceptos de identidad desde los Estudios Culturales. La fragmentación no es solo en el arte. Conceptos para pensarte, conceptos fértiles para reflexionar sobre ti, para sacar conclusiones acerca de qué somos y quiénes nos piensan cuando creemos que pensamos. No pensamos: somos pensados. Tomado del artículo La cuestión de la identidad cultural, de Stuart Hall

Tres conceptos de identidad

DEFINICIONES DE SUJETO SEGÚN STUART HALL

Sujeto de la ilustración Sujeto sociológico Sujeto posmoderno
Concepción del sujeto Individuo centrado y unificado, dotado de razón, consciencia y acción. El sujeto tiene un núcleo interior que se modifica con las identidades que ofrecen los sistemas culturales de fuera. Sujeto fragmentado, compuesto de varias identidades contradictorias y sin resolver.
Lugar de emergencia de la identidad. Núcleo interior autónomo y autosuficiente, que emerge en el nacimiento, permanece esencialmente igual a sí mismo. Núcleo interior no autónomo ni autosuficiente. Convertimos las identidades culturales en parte de nosotros. Formada y transformada continuamente con relación a los modos en que somos representados en los sistemas culturales.
Proceso de formación Surge de sí misma, definida biológicamente. La identidad se forma en la interacción entre yo y sociedad y establece un puente entre lo exterior y lo interior por proyección. Definida históricamente.

En respuesta a la confrontación con la multiplicidad de identidades del sistema cultural, desconcertante, efímera.

Efecto de la identidad Permanencia. La identidad une sujeto y sistemas. Estabiliza ambos, y los vuelve predictibles. Carente de una identidad fija, esencial y permanente. Identidades culturales de los sistemas: se están rompiendo como resultado del cambio estructural e institucional.
Tipo de concepción de la identidad Individualista, masculino. Concepción interactiva de la identidad del yo Identidad fantástica: la “identidad unificada” es solo una “historia narrativa” del yo.
Autores Ilustración G. H. Mead, C. H. Cooley y los interaccionistas simbólicos.  

 

 

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