Bischofberger U (2023) Devolver la dignidad a mis trabajos (Captura de un trabajo vídeográfico descalificado que pienso levantar bien alto y recalificar).
Los trabajos son como los colectivos: cuando reciben un zarpazo, cuesta enderezarlos de nuevo. Pero es una tarea que se impone. Igual que las personas, las cosas tienen su dignidad, y arrebatársela es injusto. Sacar las obras del contexto de los artistas (contexto que, esencialmente, siempre es historia), colgarlas del «tendedero» junto con las restantes y emitir un juicio, es, casi, cruel. ¿Tiene éxito el arte? ¿Fracasa? ¿Cuál es la medida de su popularidad? ¿Por qué éste sí y aquel no? ¿Puede el importante comisario abrir la boca y emitir el dictamen definitivo?
La respuesta es:
no
1- No creas en quien no cree en ti. https://ubischofbergerv.folio.uoc.edu/2024/01/26/yo-carne-dibujo-en-papel-fotografiado-de-un-simbolo-de-mi/
2- Arte no es ciencia. Desconfía de quien pide «cientificidad» y rigor enunciativo en arte. Desconfía de quien te exige «que no te disperses» cuando, por naturaleza, el arte es dispersión y pensamiento analógico. Hacer arte no es acumular conocimientos ni ejecutar técnicas. Desconfía de quien te evalúa, en arte, basándose en un tercero ya validado.
3. Arte y convención. El excesivo convencionalismo de la mayoría indica que, al haber pocos asideros en arte, es preciso agarrarse a algo. Ten precaución con todos aquellos que confunden convención con necesidad.
4. Duda de quien te imponga temas. Los temas del arte y el poder están estrechamente relacionados: duda de quien te quiera imponer temas; si tu tema es tu gato, adelante, claro que sí.
5. Envidia de arriba abajo. La envidia en arte circula en horizontal, pero también de arriba abajo: no lo olvides.
6. Tráficos de validación. Recuerda siempre que la validación es la moneda de cambio en arte. No regales validación, no implores validación. Exige validación.
7. Te valida la cosa. Lo que valida, en última instancia, no es el otro, sino la cosa: la adecuación de tu mirada, tu palabra y las cosas.
8. La docencia en arte escasea. Recuerda, siempre, que el trabajo que es la docencia no es fácilmente mensurable en arte, está poco reconocido y suele escasear.
9. Redes y artes. Es estrictamente falso que el arte se haga desde las redes: el arte se hace desde el yo, es el yo el que no existe sin redes.
9. CONFÍA en ti. TÚ SABES lo que has hecho y lo que quieres. No «mejores» en el sentido que te marcan si no lo ves. Desde tu lugar (física, realmente) insustituible en tu «aquí y ahora», tienes la palabra, tienes la visión. NO DEJES QUE NADA NI NADIE TE LA ARREBATEN.
10- ¡SÁLVATE!
(Ah, y una última cosa: no ser valiente, en arte, es no ser artista, así que tú sabrás…)