Bischofberger U (2025) Yo era sombra (Arte digital con Paint)

Yo soy superyo pero de verdad. Dicen los ingleses que a nadie le importo yo. Jaja, se creen, los muy bárbaros, que «yo» soy sólo «yo» y no «nosotros». Yo soy la nueva nazi multicolor e importo. Qué bárbaros sois los que venís del norte con sus lluvias, sus nieblas, sus barrizales, sus bosques y sus lenguas de fonéticas tan misteriosas como fenómenos meteorológicos imprevisibles. Bárbaros todos los que no sois yo, bárbaro tú, bárbaro quien no es yo, bárbaro si no eres yo, extranjero.
Yo era plagio: la sombra del picotero asesinado por el falaz azur de la ventana. 
Yo era Hamlet.
Yo era el simulacro de sol que es su reflejo en el plástico.
Yo era Biden. Fui Biden por un tiempo. Crecí como ser enganchado, como él, a las cosas, girando con ellas.
Yo era algo que, sin saberlo, servía a otro.
Yo era lo que querían que fuese. Yo era la máquina.
Yo era érase una vez un rey, una reina, una princesa, una bolsa de plástico.
Yo era nada, contra toda evidencia de mi yo que se me revela como condición de posibilidad de todo.

Yo soy un ser en manos de las estructuras. Yo era las cenizas olvidadas de mí. Yo en mi vida fui instrumento en manos… ¿Son manos las manos de las cosas que no tienen manos? Yo era un deseo enterrado de felicidad, la promesa incumplida. Yo soy la antilucro, la de la productividad máxima con apropiación mínima, no aguanto el peso de lo apropiado, me libro y bajo la cuesta en chancletas, sin paraguas, sin peinar. Coger y sacudirse, podarse, sacudirse y coger, volver a sacudirse, podarse, volverse a podarse y lo que queda, soy yo.  Yo era un fuego en una vela caída, fundida con su propia cera. Ya no servía porque nunca serví.

Yo nunca he sido quien el de enfrente quiso que fuera. Jajaja qué mal, y qué censurado está ser libre de ser. ¿Era yo quien querían que fuese???? Noooooooo ¿Fui yo un engranaje del proyecto de otro? Nooooooooo ¿Soy yo función? ¿Eslabón en cadena? MÁS QUISIERA la máquina si tuviera querer, que yo no tuviera voluntad propia. Pero la tengo. Tengo sexo y sobre todo tengo voluntad. ¿Me vendo? Yo soy incapaz de venderme. No es que no lo intente, pero duro cinco minutos y recaigo en mí.
Por eso me problematizo a mí misma (con esa palabreja de la jerga artística, que sirve para definir áreas que no se entienden bien) sin ningún problema, me problematizo en el minuto uno después de recaer en mí y sigo siempre

Ufffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff y con qué gustazo lo hago.

Yo soy la espina que no prosperó en el proceso de selección natural.
Yo soy el rasgo en trazas de desaparición.
Yo soy la que no cuenta.
Yo soy el número que quedó fuera de la serie numérica y que, de pronto, dejó de tener sentido, y entonces invalidó a toda la serie porque él no era solo uno,  34.236, 34.237, 34.238. 34-239, 34.240, 34.241, 34.242, 34.243, 34.244, 34.245, 34.246, 34.247, 34.248, 34.249, 34.250, 34.251, 34.252, 34.253, 34.254, 34.255, 34.256, 34.257, 34.258, 34.259, 34.260, 34.261, 34.262, 34.263, 34.264, 34.265, 34.266, 34.267, 34.268, 34.269, 34.270, 34.271, 34.272, 34.273, 34.274, 34.275, 34.276, 34.277, 34.278, 34.279, , 34.281, 34.282, 34.283, 34.284, 34.285, 34.286, 34.287, 34.288, 34.289, 34.290, 34.291, 34.292, 34.293, 34.294, 34.295, 34.296, 34.297, 34.298, 34.299, 34.300, 34.301, 34.302, 34.303, 34.304, 34.305, 34.306, 34.307, 34.308, 34.309, 34.310, 34.311, 34.312, 34.313, 34.314, 34.315, 34.316, 34.317, 34.318, 34.319, 34.320, 34.321, 34.322.

Yo soy el ser del aquí y ahora.
Yo soy un grano de sal en una gota de agua.

El dinero no anima. «Y le hacemos un préstamo para que se anime», me dijo el del marketing telefónico. Y reclamé. Pobre chico, me dio pena enfadarme. Un préstamo no anima, mientes, mientes, mientes. Qué pena, clamaba mi interior, no poder insultar tranquilamente. Imbécil, le hubiera llamado de haber podido. No menos imbécil por sicario en el área del robo, sicario de mi dinero, esto sólo lo hubiera pensado. A ver si te animas tú a pensar, aunque sea un poco, esto hubiera sentido si me hubieran facilitado el llamarle aquello que le describía en ese momento de comunicación descerebrada.

Tomad el diez y comed de mi dinero, porque tantas veces mi dinero ha sido hubiera sido mi cuerpo, mi salud, mis zapatos, mi casa y se convierte en tu trasiego, en la supervivencia de la empresa que escuda lo innecesario en tu vida propia. ¡Os doy un diez a todos! ¡Tomad vuestros dieces! Cien dieces. Diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez. Doscientos dieces. Diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez, diez. Un millón de dieces. [Entonces, el pobre robot se queda pensando.] ¡Meteros el diez donde os quepa! Me caes fatal, Banco Santander.(…)

Dame dinero, por favor, dame dinero. Anda… Dame dinero. Venga… Anda… Por el amor de Dios, dame dinero. Por favor, anda, dame dinero. Anda, dame, venga. [Multiplica esto por cien tu que sabes de cuentas, banco.]
Dame dinero y déjate de dieces. Como te dije hace poco: si me cobras el descubierto, entonces no me vengas con monsergas telefónicas. Si me vienes con monsergas, no me cobres el descubierto. Aclárate. Como las hermanas de la Caridad: si tenéis mesa donde se identifica a la gente, no nos llaméis pecadores en la puerta (por el cartel de «arrepentíos pecadores» que tienen en la puerta). Si nos llamáis pecadores, no nos pidáis que nos identifiquemos ¡hermanitas! ¡Por Dios! Hay que elegir: hermanita o trabajadora social. Hija de Dios o policía. Todo, como quiere el banco, no… ¡No puede ser!

Uso de diminutivos en el marketing de las entidades bancarias. Estrategias miserables… Te facilitamos tal tal para que tengas ordenaditos los papeles, dice literalmente. Ordenaditos. Cómo te atreves. Misérrimo, esa es tu única autenticidad. ¿Cómo se llama a quien es el esclavo del tirano? Ruin, no contento con programar la simulación para que entren en tu juego simulas un diminutivo de ternura. ¿Tiene un nombre específico el que habla en su nombre? Nadie se apiadó de mí cuando cada comisión me arrebataba los cuarenta y tantos euros que eran mi monto mensual de comidas, bonito, chiquitín… ¿Quién es el encargado de las entradas y salidas del campo de concentración, por ejemplo, o el que aprieta el botón que lanza la bomba, por otro ejemplo, o el que se encarga de torturar al que el tirano ha dicho que se torture, último ejemplo? Azúcar en labios despiadados…

Copilot. Bonito, en cambio, Copilot pensando.

 

 

Lo que me quedaba por oír. Ya sólo me quedaba por oír el balbuceo de un niño en una canción popular en la banda sonora de un súper. Pero para quien acaba de llegar, la naturalización de todo será la evidencia y el punto de partida.

Aquí estamos todos

Quiero que mis hojas se sequen, que caigan con otras hojas.
Miserable raza de un día, hijos del azar y la fatiga…

Bischofberger U (2025) Hoja en pepitas de oro (Foto.)

Bischofberger U (2025) Mi diminuta mente nazi multicolor amordazada (Arte digital con Paint).
Subtítulo: Benjamin, recuerda tu frase sobre el diminuto y frágil cuerpo humano. El que te hubiera matado de no haberte suicidado (suicidio que fue un error, como todos los suicidios, un error contra mí y contra todos nosotros), el que te hubiera matado, decía yo, hubiera sido un diminuto cuerpo humano. Pero un diminuto cuerpo humano con una mente multicolor amordazada, que es la que he pintado aquí en lugar de aquel remoto diminuto cuerpo humano que pintaba antes. Mira, Walter, perdona que te nombre así;  la cara del diminuto no tiene nada de diminuta cuando la miras de cerca.

No soy un perro. A mí no hay quien me ate.